Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

jueves, 4 de octubre de 2012

Algo Mío

Es la Rondalla

Esta noche serena
de estrellas adornada,
de luna matizada,
llena de inspiración.

Vienen los trovadores
pulsando sus guitarras,
paseando por las calles
su amorosa canción.

Desgranan las guitarras
sus notas más sentidas,
y cruza por la noche
romántica emoción.

Emoción que es ofrenda
de amor y de ilusiones,
repartida en canciones
de balcón en balcón.

Es la rondalla que viene
tus sueños a perturbar,
y que en su canto te dice
lo que te quiero expresar.

Asómate a la ventana,
no me hagas desesperar,
y escucha la serenata
que en ésta noche de plata
mi alma te vengo a dejar.

Mario Carreño

Historia

Aztlán: origen y destino

A partir de este número, estimado lector, publicaremos este libro, esperando que sea de su agrado.

Presentación

Cuando el indio Gerónimo fué capturado, tras la derrota de su tribu, se le trasladó al fuerte militar en que se le iba a ejecutar. Ese traslado duró semanas, en las cuales, a lo largo del trayecto compartió su conocimiento, de jefe de la tribu, con sus verdugos, su último diálogo con el mundo.

Años después de su ejecución, uno de sus captores encontró algunos de sus apuntes que hizo durante ese traslado y los transcribió; escribió un documento que fué publicado a mediados del siglo 20. El indio Gerónimo, rumbo a su fatal destino, atravesó el valle en que vivieron sus padres cuando él nació, y pidió a sus captores le permitieran ir a despedirse de su hermano, que era un árbol. Su hermano fué sembrado por sus padres después de que él había nacido y bajo su raíz, habían depositado su ombligo. Cada persona de la tribu, sabía con exactitud cual era el lugar en que nació. Los indios americanos afianzan el origen con la memoria, la siembra de un árbol y un ritual.

Al pasar por el sitio de “el origen”, hay qué simbolizar la palabra “aquí” en el punto que nos une por el origen con mamá tierra, de la que provenimos, y mediante quien nos comunicamos con la divinidad universal. En ese lugar, hay qué señalar los cuatro puntos de donde viene el viento, recostándose, señalando en el suelo una cruz, y después, bailarle un rezo al hermano árbol. Este libro que nos obsequia Melquíades González Gaytán, nos ayuda a entender los umbrales de la ancestral melancolía, y nuestra carencia de sentido originario en torno al cual ofrendar nuestras reliquias culturales heredadas, de nuestras raíces americanas (de Abya-yala).

De la misma forma que los pueblos indígenas generan rituales para afianzar en el conocimiento colectivo la conciencia sobre el origen y la importancia, este texto provoca al lector con una serie de reflexiones surgidas a partir de la revisión de documentos históricos y versiones que nos han sido enseñadas a los mexicanos a través de las diversas versiones oficiales, de acuerdo con el periodo, pero con una constante.

Habiendo advertido ese detalle, Melquíades nos invita a hacernos unas preguntas, y revisa el contraste entre la percepción del mundo originaria, sus versiones del origen y las historias oficiales, las cuales con frecuencia contienen argumentos que se utilizaron para justificar el colonialismo virreynal. El más obvio, es la percepción euro centrista.

Otro tema que nos señala de manera discreta es el desarrollismo, adoptado por los países latinoamericanos para entender su situación económica a partir de la comparación de sus ingresos personales e inversión en tecnología, que se daba en cada país, situando en un nivel superior a unos países e inferior a otros. Según esta teoría, aplicada en los años 70, los países que se consideraban entonces inferiores o “en vías de desarrollo” tenían como meta llegar a obtener tanta riqueza como la de los países que en ese entonces se consideraba que eran superiores. Aunque esas dos ideas son obsoletas y absurdas, sigue existiendo gente que las usa y las reproduce, a pesar de que cada día suenan más absurdas, este libro nos enumera algunas de ellas.

El presente trabajo, además nos recuerda que el concepto de límites geopolíticos es artificial, y frecuentemente utilizado como argumento de lucro, negociación de poder, y prácticas de explotación, además de justificación, en forma de argumento, para la aplicación de racismo institucional, o de estado. Sin embargo, la fuerza de la cultura originaria de los pueblos americanos, no puede ser contenida por fronteras, pues los territorios lingüísticos, de memoria, astronómicos, toponímicos, y demás sistemas culturales, no pueden ser contenidos ni delimitados por una barrera “nacional”.

Después de la guerra civil española, Jardiel Poncela dijo: “la educación en los ricos es inútil, en los pobres peligrosa”. Esta presuposición de la lógica de un gobierno excesivamente paternalista e intolerante, puede explicar también la idea con que la población mexicana es concebida en la actualidad por parte de los grupos que ejercen algún grado de autoridad en ella: el clero, el estado, la industria cultural comercial, y la academia.

Lo que nos dice este libro no es nuevo, es necesario que se nos recuerden esta serie de verdades y se pongan en una lista de pendientes, pues, no se han resuelto totalmente. Este libro surge en un momento histórico, dentro de un singular ciclo; entre el 2000 y el 2010, es decir, después de la revisión del siglo XX y antes de la revisión y readopción de los dos hechos históricos nacionales emblemáticos (aún inconclusos). Ambos utilizados como argumentos de la identidad: la independencia como colonia española y la revolución contra el gobierno impopular que llenó de “modernidad al país” y al mismo tiempo, toleró la explotación de obreros y campesinos.

Estos tres ciclos nos ponen a pensar en tres pistas para nuestro mapa cultural, un mapa que no representa extensiones de terreno, sino orientación de tangentes, en torno a los cuatro puntos en que se origina el viento, o el lago salado en el cual surgió el linaje guerrero azteca, o los múltiples sentidos que pueden tener las palabras que a cien años; no pesan, ni saben, ni se ven.

José Luis García-Galiano Robles
León, Guanajuato noviembre del año 2007

Dios Migrante

Si nos ubicamos en el inicio del tiempo y del espacio, tenemos que contradecir a las religiones, incluso a la Ciencia. Esto nos pone en un gran problema con los dogmas de fe, de cada una de ellas.

Tanto la Ciencia, que supuestamente ha sido encaminada hacia el bien común y el de casi todas las religiones, que debería tener como fin la espiritualidad humana, a través de la historia han beneficiado más a los ricos que a los pobres: la prueba es que en el mundo casi todos somos pobres. De los 6 mil 500 millones de habitantes que hay en el planeta, más de la tercera parte viven con menos de un dólar diario, o sea, más de 2,500 millones de habitantes del mundo viven en extrema pobreza. Increíblemente, una aplastada campana de Gauss nos demuestra que sólo los habitantes de diez países viven de manera decorosa; en el resto de los países, la mayoría de la gente se encuentra viviendo entre la pobreza y la pobreza extrema, parece que el objetivo de este mundo fuera el ser pobre.

Ante tanta pobreza mundial, el número de ricos pasa inadvertido, porque son tan pocos que parecen insignificantes. Inmersa en el Universo, la Tierra es un astro de pobres dentro de la creación. Solamente 42 hombres de los Estados Unidos son dueños de la mitad de los dineros del mundo y 13 alemanes lo son de más de otra décima. De esta manera, 55 anglosajones son dueños de más de 60% de todas las riquezas monetarias que actualmente existen en el mundo. ¿Acaso no debería ser función de los gobiernos y las religiones moderar la riqueza de las personas? ¿Influir para lograr una distribución más equitativa? ¿No sería humano que todos disfrutáramos de la riqueza de ésta nuestra Tierra?.

Cuando llegaron los europeos a América, no creían que los aborígenes fueran humanos, en parte porque la Iglesia Católica manejaba que no podría haber seres humanos más allá de lo conocido hasta entonces, ¿Será que los anglosajones y la mayoría de los europeos, siguen considerando que los pobres no somos humanos? La contradicción más grande de nuestro planeta, de nuestro tiempo y de nuestros múltiples dioses, es hacer un rico a costa de millones de pobres.

Pero las religiones siempre caen en contradicciones, por ejemplo, encontramos que en el año 1650, el Arzobispo de Armeah, James Ussher, basado en sus interpretaciones del “Génesis”, de la Biblia, señaló que la Creación se inició en el año 4004 a.C., y yendo aún más lejos, John Leghtfoot, vicerrector de la Universidad de Cambridge, afirmó que todo se inició el 23 de octubre del año 4004, a.C. a las 9 de la mañana. Estas afirmaciones contradicen toda la historia antigua de varias civilizaciones, la existencia de muchas especies animales y vegetales extintas, los orígenes mismos del hombre, así como a casi todas las ciencias humanísticas, biológicas y exactas en el conjunto de sus conceptos actuales.

Pero queremos empezar de cero, de un punto sin tiempo ni espacio, donde muy probablemente Dios, inició con nosotros esta migración hace 15 mil millones de años, fecha de la Gran Explosión, del “Big Bang”, donde se formaron millones de galaxias y en una de ellas iniciamos nuestro viaje en forma energético-material para poder existir a la velocidad inimaginable de la “Gran Explosión”, que nos depositó en un brazo de una espiral de la Vía Láctea, donde nos absorbió una estrella y nos puso a girar a 250 kilómetros/segundo, y con un doble giro empezamos a rotar alrededor de nuestra estrella, el Sol, a 30 kilómetros/segundo y otro giro más sobre nuestro propio eje a 0.46 kilómetros/segundo. Desde entonces, la Bendita Tierra no ha dejado de girar. Aquel primer aventón, un primer giro, un segundo giro, un tercer giro, y la estabilidad en el Universo de nuestro pequeñísimo Sistema Solar se llevó los primeros diez mil millones de años posteriores al “Big Bang”.

Después de aquel gran impulso, son pocas las visitas que hemos tenido de Dios, al menos los registros son mínimos y debemos ser afortunados de su presencia ante la multitud de lugares en que debe hacerse presente por la posibilidades de vida en el Universo, aunque muchas personas crean, sobre todo los teólogos que somos Creación única. ¿O eso nos quieren hacer creer?.

Muchos hombres de ciencia de hoy, creen que cada estrella tuvo las mismas posibilidades de asir los elementos necesarios y la chispa divina para poder hacer posible la vida. Esto nos hace pensar que en millones de estrellas, de millones de galaxias, la posibilidad de vida en otros mundos es infinita y que sólo un Dios eternamente migrante puede supervisar el buen desarrollo de esta inmensa Creación.

En nuestro planeta han pasado 100 mil millones de seres humanos desde el origen de la especie, y actualmente estamos presentes 6,420 millones que no podemos ponernos de acuerdo en políticas, en religiones, en uso de costumbres y casi en nada. Pero nos distingue un espíritu que nos mueve por la vida dándole un sentido a todo lo que nos rodea. Espíritu que va más allá de la fusión química de 118 elementos, que por separado nada significan, pero juntos conforman lo que hemos llegado a ser, aunque muchas veces esto no significa que lleguemos a existir.

No obstante, lo más impresionante del ser humano, es que aún careciendo de oro en su formación, puede llegar a brillar y valer mucho más que ese preciado metal. Igualmente puede llegar a ser tan venenoso como el arsénico o tan peligroso como el uranio. Pero continuemos con nuestra disertación, estábamos a 10 mil millones del “Big Bang”, lo que nos sitúa a 5 mil millones de distancia. En esos tiempos se inició la estabilización de nuestro sistema solar, con sus planetas, planetas enanos, sus satélites, su cinturón de meteoritos entre Marte y Júpiter, etcétera.

Nuestro sol, la Luna y la Tierra son hijos de la misma Galaxia, esto se sabe porque en el Sol se han detectado por lo menos 98 elementos químicos de los 118 conocidos en la tierra, y en cuanto a la Luna, varias teorías establecen que formaba parte de la Tierra y que se separó de ella como si hubiese sido producto de un parto, quedándose a girar alrededor de ella para siempre.

Con modernas técnicas, se les ha determinado la edad geológica a estos tres cuerpos celestes; la Tierra y la Luna han sido fechadas con 4 mil 500 millones de años. Esto se ha determinado con material traído de la Luna por los hombres que pudieron pisarla, de aquellas 17 misiones que se llevaron a cabo entre 1964 y 1972 por la NASA. Esto permitió fechar la edad de la Luna y la contemporaneidad que tiene con el Sol y la Tierra.

Nuestro sol tiene una temperatura superficial de 5,600 grados centígrados, y nuestra luna mantiene temperaturas superficiales, de día en promedio de 107 y de noche de -153 grados centígrados, lo que hace imposible la vida humana sin protecciones especiales. Esto contradice las pretensiones del Gran Mormón Joseph Smith, fundador de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, quien
en el Siglo XIX predicaba que él había sido elegido por Dios para ir a evangelizar a los habitantes de la Luna, ya que estaba convencido de que se encontraba poblada. Brigham Young, discípulo de Joseph Smith, posteriormente se proclamó ser el elegido para ir a evangelizar a los habitantes del Sol. Curiosamente, en el Sol no puede ser posible la vida humana, pero sin él tampoco sería posible la vida en la tierra. Cualquier concepto extravagante puede ser bueno para la mercadotecnia y para atraer clientes nuevos, perdón, feligreses.

Lógicamente, a pesar de doscientos años de la Ley de Tolerancia religiosa, los norteamericanos no toleraron a Joseph Smith, lo encarcelaron y lo lincharon por proclamar la existencia de profetas vivientes y promover la poligamia. A pesar de ello, hoy en día algunos mormones siguen promoviendo la poligamia utilizando a sus niños, a los cuales hacen marchar por las calles de los Estados Unidos, escudándose en ellos cobardemente y no han sido pocas las mujeres jóvenes que se han escapado, tratando de librarse de la imposición y acoso a la que se ven sometidas desde muy pequeñas.

De esta forma, por lo general las religiones se han manejado bajo sus propios conceptos, aferrados a ellos y al capricho de sus dirigentes, que se proclaman elegidos de Dios, cargados de intolerancia al grado de llegar a la conspiración, a la persecución y al asesinato, con tal de mantener el control y la vigencia de sus creencias, violentando los derechos humanos y violando sus propios mandamientos, con tal de conservar el poder. A así se atrevieron a llamarle “Santo Oficio”, cuando su misión estaba plagada de demonios, formada por papas, sacerdotes y funcionarios, que más que castigar la herejía, más que despojar del demonio del que decían estaba poseída la gente, la despojaron de todos sus bienes materiales para fortalecer a la ¿Santa Iglesia Católica? Santa Iglesia Caótica sería más apropiado decir.

Continuando con nuestro viaje migrante, ya estábamos a 5 mil millones de años, y a nuestro sistema solar le tomó 500 millones de años estabilizarse y otros 500 millones de años más le llevó a nuestro planeta para la formación de una atmósfera terrestre que facilitara las condiciones necesarias para la aparición de la vida. Así nos encontramos a 4 mil millones de años y han comenzado a interaccionar los elementos químicos terrestres, condiciones climáticas y diferentes radiaciones; esta experimentación divino-terrestre se lleva 500 millones de años más, hasta llegar hace 3 mil 500 millones de años y, ¡oh sorpresa!, se han formado las bacterias y las cianobacterias, que viven en un ambiente sin oxígeno, a temperaturas muy elevadas, con una maquinaria molecular rudimentaria que las hace capaces de moverse, de buscar alimento o parasitar para poder alimentarse (aunque en un principio no había a quién parasitar) y de reproducirse, gracias a un pequeño trozo de material genético que poseen.

Para dar el siguiente paso en la evolución, esta vez tenemos qué esperar mil setecientos millones de años. Así, hace mil ochocientos millones de años sucede el milagro: después mil setecientos millones de años de experimentos terrestres, se consiguen las primeras células eucariotas, células capaces de moverse, de alimentarse, de reproducirse teniendo una descendencia genéticamente igual (o diferente por mutaciones, especialmente en aquel ambiente rico en radiaciones ionizantes). Estas células ya son mucho más estables que las bacterias, lo que garantizó la perpetuación de la especie y la posibilidad de crear nuevas especies debido a la formación de una membrana especial que protege el material genético propio de cada célula.

Tomada del Libro: “Aztlán: origen y destino”
de: Melquiades González Gaytán


Salvatierra, una Lectura Profana

Estimados lectores: a partir de este número publicaremos el contenido de este libro, esperando que sea de su completo agrado.

Me dijo un día un amigo que había visitado mi tierra, Salvatierra, y que a los quince minutos había terminado. Entonces le empecé a preguntar por los lugares y sitios que han marcado esta tierra, los pequeños rincones que no están escondidos sino a la vista de todos, él atónito me volteó a ver y no supo qué decir. El Puente de Batanes, la Iglesia de Nuestra Señora de la Luz, el mercado o las largas, las nieves o las corundas que se comen, los preciosos patios que se dejan ver porque las puertas no se cierran... creo que nada de eso vió, olió o saboreó. Es quizá por ello que se hizo este libro, un poco y un más para se sepa de Salvatierra la primera ciudad de Guanajuato, y la prosperidad de esta tierra.
Juan Manuel Fernández Hernández

Prólogo

Cuando se ama la tierra, tierra de nuestros ancestros, tierra que nos imprimió carácter, tierra de mis recuerdos y amores, simplemente es “mi tierra”. Felicitamos a los autores Luis Montes de Oca y Sergio Hernández Saucedo que observando esta tierra como simples admiradores y enamorados de su grandeza y bellezas, se atreven a titular esta obra “Lectura Profana”. Debemos tener ojos de amor, vista añeja para poder descubrir cada construcción, cada rincón, cada momento histórico, hacer que sus canteras, monumentos y esquinas hablen, griten, conocer su gente presente y pasada para poder penetrar su alma y conocer esencia de esta ciudad.

Su gente: nobleza y belleza, valentía y atrevimiento, sonrisas, fiestas, manolas y sangre torera, su bullicio ordinario y festivo, sus sabores y colores nos muestran su grandeza. Nobleza de raza, nobleza de historia que funde al indio con el español dando paso a una nueva era, a una nueva historia, a una nueva esperanza. Amalgama de patria, religión, tradiciones y fantasía. Indio Chochín, Conde de Salvatierra y Marqués de Sobroso, nobles títulos no te faltan. Ángeles, Santos, Luz y Madre, Fe y tradiciones, Réplica imagen cercano, Patrona y Generala, bendición, Cura, Fraile, Fiesta, flores, velas música y cohetes, romerías, Semana Santa alegría, Navidades tiernas, es mi tierra.

Progreso, Fábrica, campo, cosechas, huerta de guayabas, caña, camote y cacahuate, todo esto suena a vida y realización, puro orgullo salvaterrense. Puente de Batanes, río, Iglesias y conventos, campanas y campanarios, casonas solariegas y simplemente casa hermosa, recuerdo de mis padres y ancestros, recuerdo de mi niñez y realización, casa abandonada para seguir mi estrella en otros horizontes. Salvatierra, hecha de cantera, templos y cruces, arte, adobe digno, Mayorazgo, teja que nos quita el agua, molino de agua, acequia Gugorrón milenaria, hilados y telas, sabinos y jazmines, jacarandas, mezquites secos, pajarillos gorjeadores, ardillas traviesas y recuerdos, es mi Salvatierra.
Para ti Salvatierra con cariño: +Fr. Salvador Rangel Mendoza, ofm.

San Francisco

Van las calles angostas con sus casas bajas, con sus ventanas pequeñas; van las calles plagadas de fe e historia, de soles y sombras que crecen como arroyos que llevan a San Francisco, donde la sobriedad impone silencio. La Orden Franciscana se estableció en estos valles hacia la mitad del siglo XVII, en un vasto conjunto integrado por dos templos, casa conventual con huerto y un atrio, cuya construcción concluye una centuria después.

Ahí realizaron la evangelización y se llegaron a establecer en esos rumbos, como por ejemplo Fray Juan de San Miguel, fundador de San Miguel de Allende, era el superior de Acámbaro y desde ahí hacia sus correrías apostólicas. Estoy de acuerdo que a Salvatierra actual sí llegaron en el siglo XVII.

San Francisco es una invitación a la lectura visual; basta adentrarse en sus espacios sin profanar el trabajo que dejaron sus constructores, que transitaron del barroco al neoclásico, y se esmeraron en el altar principal, finamente tallado en cantera rosa.

En sus espacios, aún ahora, en el siglo del ruido (XXI), cuando el hombre ha creado basureros cósmicos, abandonando satélites en lo que la humanidad consideraba sagrado: el cielo, hay prolongados silencios. Sus puertas son dicientes, narran historias; están los personajes, las formas, los símbolos; pero también está la armonía, el equilibrio, el suspenso, porque las puertas de San Francisco son una advertencia para el que se atreve a entrar, una aduana para el profano, porque el severo claustro encierra los misterios del verdadero amor que como sello está estigmatizado.

Templo de San Buenaventura o San Francisco. ¿Por qué? –preguntaríamos-, para dejar la inquietud como otro enigma, porque “Buena Ventura” nos remite a auspicios, pronósticos, presagios, o porque el italiano San Buenaventura (1218-1274) es considerado como Padre de la Iglesia y fué llamado, por sus escritos, el Doctor Seráfico. A San Francisco de Asís y a su orden, también se lo conoce como seráfico, pobre, humilde.

La nave principal de San Francisco es impresionante, reina el silencio entre sus columnas, la luz lo baña todo y va desvelando reciedumbre; es el crisol bajo la cúpula donde se reúne y amalgama la vista desde el río, las angostas calles que hay que serpentear para llegar a Él, la barda atrial, la fuente mixtilínea, los símbolos franciscanos, la fraternidad universal, el campanario, la torre. El conjunto elevado a Dios, desde la cuerda con nudos –usada antes por los egipcios para trazar los ángulos rectos y los triángulos- para construir la casa de Dios en la tierra, con humildad, solidez y cobijo, para el desamparado.

Sí, si todos los constructores siguieran el ejemplo de los franciscanos elevando su obra al Creador; el mundo sería más justo, porque una casa por humilde que sea, es morada del Señor.

Salvatierra es mucho más de lo que se puede ver a paso de carretera, en una visita furtiva. Aquí está parte de la historia patria, de la vida religiosa en el país, la fusión de las culturas, su distinción como la primera ciudad de Guanajuato; pero mucho más allá están sus santos, sus creencias, las evidencias de los milagros concedidos, sus mezquites añosos, los valles, su flora y fauna, las arcadas, las puertas y aldabas, las historias secretas como “La Fernandina”, sus construcciones; pero sobre todo esto, está su gente, su bonhomía. Está, para iniciar, el chirrido de las puertas y ventanas, cuando las sombras comienzan a disiparse y se escucha el: “buenos días”. Está el: “Tenga usted buena noche”, cuando el sol declina y la penumbra abraza la comarca, dejando como constancia la luz de los faroles.


Tomado del Libro: “Salvatierra, una Lectura Profana”
de Luis Montes de Oca y Sergio Hernández Saucedo


Historia y Evolución de Salvatierra

El Mundo Prehispánico de Salvatierra; Frontera de Culturas

La Fundación de San Nicolás de los Agustinos; la hacienda y el convento.
(continuación)

El 2 de octubre de 1914, don Salud Mesa, un viejo descendiente de aquellos naturales, avecindado en la calle Hidalgo No. 103 de Salvatierra, hizo la primera solicitud de restitución de tierras al viejo pueblo de Tiristarán. Posteriormente, el 7 de octubre de 1923, Buenaventura Villafuerte, Rito Medrano y J. Jesús Molina, solicitaron al gobernador del estado la dotación de ejido, fué concebida y publicada en el Diario Oficial del estado el 27 de septiembre de 1928.

El 28 de septiembre de 1950, el arzobispo de Morelia don Luis María Altamirano y Bulnes, decretó segregar las vicarías fijas de Cañada de Caracheo, Victoria de Cortazar, El Sabino y San Nicolás de los Agustinos, del curato de Yuriria por no poder atenderlas los religiosos, y que en lo sucesivo fueran atendidas por el clero secular. Erigió a San Nicolás parroquia, con los límites que tenían las vicarías antes mencionadas, con excepción de los pueblos de San Pedro y Santo Tomás.

El 13 de mayo de 1946, fué coronada la imagen de Ntra. Sra. del Socorro por el Obispo coadjutor de Morelia don Salvador Martínez Silva, un bello homenaje a la presencia agustiniana en este histórico pueblo.

El viernes 6 de octubre de 1950, el Pbro. Guillermo Márquez a nombre de la arquidiócesis de Morelia, recibió el templo, archivos, ornamentos y demás muebles de manos del R.P. fray Manuel Guzmán en representación de la provincia Agustiniana de Michoacán, se dió de inmediato posesión de la parroquia al Pbro. Ezequiel Sánchez.

El pueblo de Chochones, el Convento Franciscano de San Buenaventura y el Establecimiento del Curato

El pueblo de Chochones es nuestro antecedente como ciudad, su nombre lo tomó de los indios traídos de Oaxaca por los primeros estancieros del valle para pacificar a los chichimecas a mediados del siglo XVI, se asentaron en lo que hoy es la calle de Mariano Jiménez, atrás del Convento de San Francisco. No fué obra de la casualidad establecerlos en ese lugar, desde épocas prehispánicas allí habitaban indígenas pirindas (etnia otomí), cuya actividad principal era la de pescadores de río..

Los propietarios más importantes de tierras en el valle de Huatzindeo, en la margen izquierda del río, fueron Juan López de Zande, dueño del Portezuelo y Corralejo; los religiosos Agustinos, dueños de las tierras cercanas al salto en lo que hoy es Batanes; las tierras de don alonso de Sosa, donadas a los Agustinos para formar la hacienda de San Nicolás de los Agustinos, y las tierras de Juan de Ibáñez, heredadas por su yerno Martín Hernández, y a su vez, heredadas por sus seis hijos, con las que se formarían las haciendas de Santo Tomás, San Buenaventura, Huatzindeo y Maravatío del Encinal.

En la margen derecha del río, los principales terratenientes eran: D. Nicolás García Botello, propietario de las haciendas de La Quemada y la de Coyotes (El Fénix); D. Pedro de Arizmendi Gugorrón, dueño de grandes extensiones de tierras al Sur de lo que hoy es la ciudad; y Don Gabriel López de Peralta, dueño de las inmensas tierras al Norte y Oriente de la ciudad, pertenecientes a la hacienda y Mayorazgo de Tarimoro.

El pueblo de Chochones se fundó en tierras baldías entre propiedades, pronto quedó semidesierto a causa de enfermedades y epidemias que diezmaron la población de naturales. Asentándose tiempo después en él, las familias españolas de los labradores del valle.

Chochones es mencionado en la Relación de Zelaya en 1580, como pueblo sujeto a Acámbaro. El 16 de mayo de 1618, don Diego Fernández de Córdoba, Marqués de Guadalcázar y virrey de la Nueva España, concedió a don Gabriel López de Peralta una merced para molino donde se encontraba una loma pedregosa, y el beneficio para una saca de agua en el brazo que sale del río antes del salto, dando origen al molino del Mayorazgo o de la Marquesa y al canal Ardillas. El 7 de julio del mismo año, y el mismo virrey, concedió también el mismo beneficio a don Pedro Arizmendi Gugorrón, dando origen al molino de la Ciudad y al canal Gugorrón.

Se empezó a repoblar de españoles probablemente en 1615, y para el año de 1626, ya estaba establecida una primitiva capilla franciscana que funcionaba como misa doctrina en el pueblo, y a partir de 1630, el alcalde mayor de la Villa de Zelaya nombró a un teniente de alcalde mayor para que lo representara. Se presentaron varias iniciativas para que se le reconociera una categoría política al pueblo en 1631, volvieron los labradores del valle a insistir, en 1632, presentaron una solicitud al virrey don Rodrigo Pacheco y Osorio, Marqués de Cerralvo, para congregarse en el puesto de Chochones. A partir de esa época tomó el nombre de pueblo de San Andrés Chochones.

En el aspecto eclesiástico se tomaron algunas providencias en vista de que las necesidades espirituales de la congregación iban en aumento, y se dependía de la parroquia de Acámbaro. Los labradores del valle solicitaron la erección de la parroquia, pero la antigua capilla no cumplía con los requisitos para administrar con solemnidad los sacramentos, se dieron los primeros pasos para establecer el curato; en la visita pastoral del obispo de Michoacán, fray Francisco de Rivera, se fundaron en Huatzindeo el 6 de diciembre de 1635, las cofradías de las Ánimas y la del Santísimo Sacramento.

El 13 de junio de 1638, don Juan Gómez Bermejo, vecino del pueblo de Chochones ofreció una sala nueva de 28 varas de largo frente a la iglesia vieja, a cambio de este sitio, solicitó las ruinas de esta antigua capilla y 200 pesos de oro común, seis meses después, el 28 de diciembre de 1638, los hermanos de la cofradía del Santísimo Sacramento emitían una declaración manifestando que, la nueva capilla cumplía con los requerimientos para administrar solemnemente los sacramentos, y por tanto, podía erigirse en parroquia.

Esta iglesia se dedicó el 30 de noviembre de 1638, fecha de la festividad del Santo Patrono del pueblo de Chochones, el gloriosos apóstol San Andrés. En esta iglesia se celebró también en abril de 1644, la misa de acción de gracias con motivo de la fundación de la ciudad de Salvatierra, años después, los Franciscanos vendieron a los hermanos de la Tercera Orden este sitio para construir el actual templo de San Antonio.

Por fin, en 1643, el obispo de Michoacán, don Marcos Ramírez de Prado erigió el curato, asentándose el 8 de febrero de ese año, la primera partida de bautismo en el libro de registro de mulatos, indios y negros, y el guardián del convento, fray Diego Díaz, recibió el nombramiento de primer cura ministro de doctrina. El domingo 4 de diciembre de 1645, se celebraron por primera vez en esta parroquia confirmaciones.

El partido de la nueva parroquia del pueblo de Chochones estaba integrado por los pueblos de: Urireo, Eménguaro, Tarimoro, y todas las haciendas y rancherías situadas desde el cerro de Culiacán, siguiendo la rivera del río hasta Chamácuaro,Parácuaro y la sierra de los Agustinos.

El actual templo y convento de San Buenaventura se edificó en varios solares entregados en calidad de donativo, por don Juan Izquierdo, en ese tiempo teniente de alcalde mayor en Chochones. Su construcción fué el resultado de muchas presiones que recibieron los religiosos Franciscanos de parte de los comisionados del virrey, para someterse a las Ordenanzas sobre la fundación de conventos e iglesias, de lo contrario sería demolido.

Ante tal situación, los vecinos piadosos se comprometieron a entregar 500 pesos de oro común para su construcción, el Cabildo en apoyo a los religiosos, les otorgó una merced el 1 de enero de 1657, de una calera y cuatro caballerías junto al arroyo de Tarimoro, a cambio de celebrar solemnemente y a perpetuidad cada año la fiesta del apóstol San Andrés. La merced fué confirmada por el Duque de Albuquerque y virrey de la Nueva España, el 16 de abril de ese año. La obra se terminó muchos años después, el convento en 1720 y el templo mayor en 1743. Funcionó como parroquia hasta la secularización del curato en 1767.

La Sagrada Imagen de Nuestra Señora de la Luz y su llegada
al Valle de Huatzindeo

La Sagrada Imagen está formada de pasta de caña de maíz; pasta que hacían los indios de Pátzcuaro para formar con ella sus ídolos. Una vez convertidos a la fe católica, fué empleada por insinuación de los misioneros en la fabricación de imágenes, las cuales fueron llevadas por éstos a sus diversas misiones, las primeras imágenes así realizadas, datan del año de 1538, no se tiene noticia de que hayan sido fabricadas después del siglo XVI.

Es muy probable que la imagen peregrinara por el mismo camino que seguían los misioneros, fué el convento de Acámbaro a donde llegó procedente de Pátzcuaro en 1550, y catorce años después, trasladada a Huatzindeo. Allí la imagen sufrió un abandono, al quedar el pueblo desierto a causa de la peste, y la hostilidad que sufrían los naturales por parte de los labradores del valle y las justicias de Yuriria.

Por más de siete años, así estuvo, fué allí donde un indio de nombre Juan Viejo, en 1631, la encontró, junto con otros indios la llevaron a la capilla de la hacienda de San Nicolás de los Agustinos bajo advocación de La Limpia Concepción de Ntra. Sra. La Virgen María. Según testimonios, cuando Huatzindeo volvió a resurgir, también volvió la imagen y se le conoció bajo la advocación de Nuestra Señora del Valle.

Al morir el principal terrateniente del valle, Martín Hernández (el viejo), y habiendo sido embargadas y adjudicadas sus propiedades a las religiosas Clarisas, por no poder pagar la dote de sus hijas, que habían profesado como monjas. La Hacienda de San Buenaventura pasó a ser propiedad de la familia Tamayo en 1664, fueron ellos quienes la depositaron en el año de 1665, en una pequeña y humilde capilla allí construida, fué entonces, cuando los vecinos de Salvatierra la empezaron a conocer como La Señora de la Otra Banda.

El Obispo de Michoacán, don Juan Ortega y Montañez, estando de visita en Salvatierra en el mes de enero de 1696, se hospedó en la casa propiedad de la familia Tamayo ubicada en la calle Hidalgo, fué allí donde autorizó la advocación y título de Nuestra Señora de las Luces.

Tomado del Libro: “Historia y Evolución de Salvatierra”
de Miguel Alejo López

Narraciones

El Arte de Preparar las Homilías

Por : R M P

Estoy leyendo un libro muy interesante sobre “El Arte de Preparar las Homilías”, escrito por Mons. Joaquín Antonio Peñaloza, profesor universitario, miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y Maestro de Homilética y Pastoral en el Seminario Mayor de San Luis Potosí, especial para Seminaristas y Sacerdotes. Pero a mi entender, también lo es para todos aquellos laicos comprometidos con la Nueva Evangelización que tienen a su cargo grupos de personas interesadas en estudiar la palabra sagrada. En su libro, Mons. Peñaloza presenta sus enseñanzas básicas, reglas y técnica que se deben emplear en la preparación de las homilías que los sacerdotes tienen qué pronunciar en el sagrado Oficio de la Misa.

Pues bien, éste libro me ha dejado la convicción que es un tesoro, me ha hecho reflexionar sobre mis observaciones y cavilaciones que yo me había formado sobre algunas homilías y parece ser que tenía en parte razón por ser coincidentes con la enseñanza que imparte Mons. Peñaloza. Como yo no había escrito ni comentado nada sobre este particular, por temor de incurrir en error; ahora con la lectura del Libro de referencia, me he animado a escribir algo sobre las Homilías, aunque sea por esta única vez; porque de un modo o de otro debe uno ser respetuoso con la palabra del sacerdote.

Bueno, pues empezaré por decir a los lectores que hay sacerdotes que son temidos por los fieles por sus interminables homilías, son tan largas, tan largas… que resultan ser un tormento aguantarlas. En las fisonomías de los creyentes es notorio el cansancio deprimente. La atención que se debe prestar a la palabra de Dios, se borra perdiéndose el interés de seguir escuchando el discurso. Otros “padrecitos”, en lugar de explicar a los fieles la palabra del Señor, empiezan a contar pequeñeces de la vida que no interesan a los feligreses. A veces otros, al principio o a media homilía, se les ocurre decir chistes para hacer reír a la gente, saliéndose completamente del tema. Sí, hacen reír y hasta aplaudir aquellas ocurrencias, pero entonces, parece que estamos en una carpa de feria y no en misa.

Otro ejemplo lo tenemos en el Padre Darío Betancourt del Movimiento de la Renovación Carismática del Espíritu Santo, el cual es conocido por todo el mundo, como una eminencia dentro de nuestra Iglesia Católica, Apostólica y Romana. En una Misa Carismática, grabada en un cassette, el Padre Darío se burló del Papa de Roma e hizo reír y aplaudir tanto a los asistentes a esa misa, que se oían las risotadas de la gente, además se burló de los Padres no Carismáticos. Aquello parecía no una misa, sino la función de un circo, donde el Padre Betancourt era el payaso. Naturalmente, eso no está bien, porque ¿Dónde está la reverencia, el recogimiento, la meditación, etc., que todo cristiano debe tener en el Santo Oficio de la misa?

Hay otros padrecitos que acostumbran echar tremendas regañizas a los fieles. Recuerdo una vez en el Templo de San Francisco, yo y muchos estábamos esperando la celebración de la misa. Llegada la hora, salió un padrecito bastante enojado que nos trató a todos de hipócritas y diciendo: “Están ustedes muy equivocados si esperan salvarse sin hacer obras, etc. Yo y tal vez muchos de los presentes estuvimos a punto de salirnos del templo, pero nos aguantamos. Otras veces, son los aparatos los que reproducen mal, se oyen gangosos y distorsionan el sonido.

Estos y otros muchos señalamientos son tratados por Mons. Peñaloza en su interesantísimo libro titulado “La Imperfecta Homilía” con mucha finura, claridad y elegancia y con una técnica perfecta, sí, muy especial. Admira también su amenidad. Desde que uno empieza a leer el libro hasta que lo termina, en ningún momento siente el lector fastidio, al contrario, gusta uno volver a leer algunos capítulos ya leídos. Con cuanta gentileza explica Mons. sus enseñanzas a los seminaristas y sacerdotes, para que pongan el debido cuidado en la preparación de sus homilías, particularmente a los seminaristas que un día serán los guías espirituales del pueblo de Dios.

Mons. Peñaloza nos da a entender que la inspiración del predicador sagrado es un don, pero ese don debe ser cultivado, educado y examinado por el profesor, que enseña al alumno las reglas del arte del bien hablar.

Esto viene a ser como la voz de un gran cantante de Ópera, que por hermosa que ésta sea, tiene forzosamente que estudiar las reglas del arte musical. Es tan fácil escuchar a los grandes oradores o predicadores religiosos como cuando nos visita nuestro Arzobispo Don Alberto Suárez Inda; yo nunca me pierdo esa gran ocasión. Parece que lo estoy mirando tan sereno, reflejando una muy alta espiritualidad. Su voz calmada que embeleza los espíritus de los asistentes al acto religioso. Muy concreto y substancioso, que uno siente la grandeza de un buen pastor que tiene a su cargo las ovejas del Señor.

Siendo pues el hablar bien, un arte que requiere estudio para conocer sus reglas y luego aplicarlas en nosotros mismos. Creo yo que todos podemos mejorar nuestra manera de hablar; sin embargo parece ser que la mayoría de la gente, no se preocupa por depurar su lenguaje, así como otras normas para obtener una personalidad más atrayente.

Para terminar lector amigo, sólo te recomiendo: que si ves en alguna librería o puesto de libros, la obra ya citada de Mons. Joaquín Antonio Peñaloza, cómprala, estúdiala. Yo te aseguro que te dejará mucho bien.

Libro

HISTORIA DE LA MÚSICA POPULAR MEXICANA


El Apogeo de la Canción Romántica
La Inmortal Trova Yucateca

Más de Cien Años de Historia
(continuación)

Como equivalente de los “sonecitos” que circulaban en el resto del país, en la península se difundieron ya desde mediados del siglo XVII, sones impregnados de mayismos y con características rítmicas y melódicas inconfundibles: el chuleb (ave comendador), la xochita (hembra del búho), el pichito (el tordo), la yuya (la oropéndola), el xulab (la hormiga), el chiquiquiliche, el sechihnache y el churuxito, con otros tantos ejemplos de esta floración zoológica.

Durante la primera mitad del siglo XVII, la provincia se vió sometida a una clara influencia musical popular andaluza instrumental de viento y cuerda, para adoptar en el siglo XIX la guitarra sexta, instrumento que caracterizó desde entonces a la mayoría de los acompañamientos de la canción yucateca y se convirtió en compañero inseparable de los músicos peninsulares. Danzas y huarachas coexistieron con canciones sentimentales de influencia italiana, o canciones inspiradas en las zarzuelas de las innumerables compañías que llegaban a Mérida directamente de La Habana.

Influencias

La cercanía de la isla de Cuba con la península ocasionó una estrecha relación y un juego de influencias de ida y vuelta que determinó no pocas de las formas y ritmos preferidos por los cancioneros y guitarristas de Yucatán. De La Habana llegan con frecuencia compañías de revistas “bufo-cubanas” que traían en su repertorio danzones, guarachas, puntos cubanos, puntos guajiros y rumbas; también llegaron músicos cubanos que, deslumbrados por la buena acogida, terminaron por radicar en Mérida, ampliando y profundizando la impronta antillana. Ramón Gasque, llegado en 1843, inició una migración continua que culminó con la llegada del negro Benito Peñalver en 1890 y Cayetano de las Cuevas Balán en 1893.

Peñalver imprimía las canciones de moda en hojas sueltas, enseñando de viva voz la tonada y además la hacía de solicitado trovador de serenatas. Gracias a estas influencias, sextetos y quintetos de inspiración cubana predominaron en las serenatas de esa época. Por otra parte, el danzón llegó a Yucatán a fines del ochocientos, y entre 1895 y 1905 era frecuente su ejecución en bailes y celebraciones. La estrecha relación entre músicos cubanos y yucatecos se prestó a no pocas confusiones y expropiaciones: la canción “Ansias locas” del cubano Eusebio Delfín (1893) fué considerada por mucho tiempo como una canción yucateca. Canciones de Sindo Garay (1866) como “Guarina” y “La tarde”, formaban parte del repertorio habitual de los cancioneros yucatecos.

Al decir de Emilio Padrón López, esta primera época de la canción yucateca que abarca desde fines del siglo XIX hasta principios del presente siglo, podría considerarse una etapa aristocrática, toda vez que la mayor parte de sus autores creaban sus producciones para ser cantadas en las fiestas de las familias ricas de Mérida. Los trovadores Cirilo Baqueiro, Fermín Pastrana, Olegario Gasque y Francisco Sousa pertenecen a esa etapa.

Uno de los primeros compositores de guarachas yucatecas es el legendario Cirilo Baqueiro (1849-1910), mejor conocido como Chan Cil (apócope de la voz maya chichán que significa pequeño). Sus canciones iniciaron la primera gran época de la creación trovadoresca yucateca. Aunque nacido en Campeche, Chan Cil pasó toda su vida en Yucatán, en donde gozó de una popularidad y de una influencia enormes. Su habilidad como ejecutante de violín y la guitarra, así como su magnífica voz lo hicieron imprescindible en fiestas y serenatas. Aún se recuerdan anécdotas de su vida bohemia que ponen de relieve ciertas identificaciones ingenuas de los primeros cancioneros, como aquella que lo hacía recorrer las calles meridanas dando serenatas a las jóvenes, junto con el dramaturgo y peta José Peón Contreras (1843-1907), disfrazado de trovador medieval. Sin embargo, más que en su amplísimo anecdotario, la verdadera importancia de “Chan Cil” reside en sus propias creaciones que sentaron las bases y el estilo de la canción yucateca original.

Fruto de su colaboración con Peón Contreras fué la canción “Despedida”, que llegó a ser popular en los estados de Colima y Jalisco:

Despierta: luz de mis ojos
que aquí está tu trovador
que se viene a despedir:
niña que te guarde Dios.

Así como “En el Abismo”, vívido ejemplo del romanticismo local que no desdeñaba las poéticas influencias del español Gutierre de Cetina ni las irregularidades métricas:

En el abismo de tus negros ojos,
nacieron una noche mis pesares,
por eso son mis penas tan negras
y tan grandes.
Ojos que así me miráis
y que traspasáis el alma
robando impíos la calma
del corazón que burláis.

Cirilo Baqueiro fué también un precursor por la índole poética de las letras seleccionadas para sus canciones; su culteranismo lo llevó a musicar poesías de toda la gama de los romanticismos, desde el dramático “Un sueño” del mexicano Manuel M. Flores: “Anoche te soñaba vida mía, estaba solo y triste en mi aposento”, hasta las sentimentales “Campanillas de tu balcón” del español Gustavo Adolfo Bécquer, sin descuidar la creación propia que no desdeñaba comparar, al ritmo alegre de la guaracha, típicas mestizas con champán francés:

!Zas! Se sitúan frente a las rejas de la esquiva dama, le taladran el corazón con cuatro o seis sinfonías de esas que parecen interpretadas por angélico coro, y al día siguiente, es seguro que la insensible dirigirá una cartita al desairado joven que diga: ‘ven adorado mío’”. Lo interesante de este reclamo no es comprobar la existencia de la serenata como institución, sino la labor de músicos y trovadores que personificaban una tradición de suyo antigua.

Cuando la aurora viene
su fúlgido raudal
y empieza por las calles
la gente a transitar,
más blanca que la espuma
que hierve en el champán
alegre la mestiza
hasta el mercado va.

A partir de la obra de Chan Chil, la canción yucateca no prescindirá jamás de la letra “poética” escrita ex profeso por algún poeta local, o apropiada de las colecciones de poesía latinoamericana que desde siempre circularon ampliamente en la península.

(continuará…)

Rincón para niños

El Engañador Engañado

En la ciudad de Makandita se estableció un brahmán que había hecho voto de silencio absoluto. No vivía más que de limosnas como otros brahmanes y se había retirado a un convento agregado a un templo.

En cierto día, mendigando, entró en la casa de un rico comerciante, cuya hija, muy bonita, le dió una ofrenda.

Apenas la hubo visto, el brahmán exclamó:

-¡Oh, desgracia, desgracia!...

El comerciante lo oyó pero lo dejó marchar.

El brahmán volvió a su convento; pero el comerciante, inquieto, fué a buscarlo y le dijo:

-¿Por qué rompiendo tu silencio proferiste aquella exclamación? –El brahmán respondió.

-Porque tu hija tiene un signo fatal. Si se casa, ella y su hijo te proporcionarán muchas penas. Porque estoy convencido de esa desgracia lancé aquella exclamación. Si quieres salvar a tu hija enciérrala en una caja que dejarás bogar en el Ganges; pero a fin de poderla reconocer, ¡ponle encima una antorcha.

-Muy bien, -dijo el comerciante-. Y se fué a su casa y ejecutó lo que le había recomendado el brahmán.

Este dijo a sus discípulos:

-Id al Ganges: en sus aguas veréis flotar una caja que lleva encima una antorcha, traedme esa caja, pero sin abrirla, aunque oigáis un ruido en su interior.

Los discípulos fueron al río; pero antes de que llegasen, un hijo del príncipe que había visto la caja flotante, la cogió, la abrió, encontró en ella a la joven adorablemente hermosa y se casó con ella. Colocó en la caja un mono vivo, la volvió a clavetear y la hizo transportar al río, en cuyas aguas flotó.

Los discípulos del brahmán la encontraron, la recogieron y la llevaron a su maestro que la esperaba con impaciencia.

Cuando la abrió, el mono dió un salto, se echó sobre él y a fuerza de arañazos le destrozó la cara, mientras los discípulos reían a carcajadas.

Al siguiente día se divulgó el suceso. El brahmán fué objeto de las burlas de la gente y el comerciante se alegró al saber que su hija se había casado con un príncipe.
Apólogo hindú

Tomada del Libro “Alma Latina”

Reflexiones

El Orden

El orden es una de las infinitas características de Dios y es uno de los muchos regalos que ha dado al hombre.

Es la colocación de algo donde le corresponde.

Un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.

El orden consiste en no perder un momento, que es el modo seguro para hacer muchas cosas en el menor tiempo posible; es poner cada cosa en su lugar y destinar un lugar para cada cosa de modo que nada se confunda y que todo se pueda encontrar cuando se necesite: consiste, también, en calcular lo que se gana y lo que se gasta, de modo que nada preciso falte y se ahorre algo para casos no previstos, ejemplo: una enfermedad.

Hacer las cosas bien en el primer intento; para eso es necesario evitar las prisas indebidas y la lentitud innecesaria.

“Si te acostumbras al orden y al trabajo, tendrás tiempo para todo, si te habitúas al desorden y a la holgazanería, no hallarás el momento para empezar a trabajar” (José Hernández Figueira).

La moderación es la madre del orden y el orden es la madre de la paz, no es más feliz quien más tiene, sino el que menos necesita. (San Agustín).

Una de las formas de guardar el orden es el archivo de documentos. Se archivan o guardan, en orden alfabético. También en orden numérico y combinando ambos métodos.

Me contaron que el General don Francisco Villa vió a su ayudante guardar documentos, eran muchos. Hizo traer dos barriles y dijo al ayudante: “Llena estos barriles con los documentos”.

-El ayudante replicó: “Mi general, así no se archiva, así no se guardan los documentos porque, no se encuentran rápidamente”.

-El General Villa defendió su método, y le dijo: “Si no encuentras un documento en el primer barril, lo encontrarás en el otro”.

-El ayudante obedeció, estableciendo un método de guardar el orden.

Un método de guarda y archivo que es utilizado con mucha frecuencia consiste en guardar las cosas y archivar T en B: “Todo en bola”.

Con el progreso de la humanidad, se han creado otros.

MÉTODOS DEL ORDEN

1.- En primer lugar, encomendar nuestros trabajos a Dios, es el orden.

2.- Limpiar el lugar, antes de empezar a trabajar, es el orden.

3.- Quitar lo que no es necesario antes de empezar a trabajar, es el orden.

4.- Acercar lo necesario para estudiar, trabajar, jugar, comer, es el orden.

5.- No comenzar a hacer una cosa, sin haber terminado otras, es el orden.

6.- Trabajar sin pensar otras cosas, es el orden.

7.- Al terminar, guardar lo ya hecho, es el orden.

8.- Al terminar, guardar lo que sobró, es el orden.

9.- Limpiar, después de trabajar, es el orden.

10.- Dar las gracias a quien colaboró con nosotros, es el orden.

11.- Dar gracias a Dios, cuando hemos terminado, es el orden.

12.- Descansar, después de trabajar, es el orden.

Y… ¿Tú qué dices?

R R S


A mi Esposa

Subimos juntos la cuesta de la vida. Juntos estuvimos siempre en el dolor y en la alegría. Paseamos de la mano por los jardines floridos de la primavera. Dormimos junto al fuego en los inviernos. Unidos vamos hacia lo invisible.

Mezclaste tu ser al lado mío, en los años y en los hijos. Tenías una voz, un cuerpo, una mirada. Ahora te has vuelto múltiple. Ahora tu vida florece en cada uno de nuestros hijos. En todos ellos recobras tu juventud y me brindas tus encantos.

Llegamos a la cumbre y descendemos por el lado opuesto. Sucederá algún día la extraña cosa de la separación, con sus gemidos, uno llama al otro. ¡No olvide el que se quede unos días más en la Tierra que la muerte es una ilusión de los sentidos!

Alejandro E. Vega Z.

“Procuremos tener siempre conciencia del tiempo en que vivimos con la finalidad de no olvidar quiénes somos, de dónde venimos, pero sobre todo y lo más importante: hacia dónde vamos y qué queremos.”
Anónimo
Lo Mío es Tuyo

No importa quién aporte más a los gastos de la casa, lo importante es que ambos lo hagamos por el bien de los dos. Las decisiones las tomamos en conjunto, por ello, hablamos sobre el destino de nuestro dinero.

Lo mío es tuyo y lo tuyo es mío, porque funcionamos como una sociedad. Dejaré de lado mis pasatiempos costosos y pondré en una balanza que nos permita gastar lo mismo. Todo esto porque lo mío es tuyo
Anónimo

¿Qué le Hace Feliz?

Todos los seres humanos son distintos, pero no hay nadie que se resista a estas demostraciones de amor:

Dile lo que te gusta de él (ella). Siempre es bueno que le resaltes sus atractivos, le digas lo bellos que son tus ojos o simplemente lo feliz que te hace, verás que iniciando el día de esta manera siempre habrán sonrisas bellas.

Los chocolates. Emulan la sensación generada por el organismo cuando se está enamorando.

Regalos difíciles de encontrar. Si tú le obsequias algo que es muy difícil que los demás tengan, créeme que quedará más que fascinado(a).

Un grato recuerdo. Una buena foto o un video ya son más que simples de tomar, pues hasta los celulares simplifican esta tarea. Procuren captar esos momentos.

Una noche romántica. Puede ser en un restaurante, alguna disco o en algún lugar tranquilo, lo importante es estar solos en algún sitio nuevo.

Detalles inesperados. Puede ser el desayuno en la cama, una visita inesperada, un beso repentino, una tarjeta escondida, un dulce en su desayuno, algún disco en su auto; en fin, traten de hacer siempre cosas nuevas, algo que los sorprenda.

Lleven a cabo cualquiera de estos consejos ahora, viviendo siempre el hoy como si fuera el último día.

“El tiempo no lo cura todo, pero hace que te acostumbres al dolor”
Anónimo


Tomadas del Libro: “Reflexiones y Pensamientos
para lograr un Matrimonio Feliz”

Leyendas

Fray Andrés de San Miguel

Contaban los Padres Carmelitas como era común entre ellos en aquel tiempo, con magníficos ingenieros y arquitectos, siendo una de las lumbreras de su tiempo Fray Andrés de San Miguel, estaba considerado como el mayor astrónomo e hidrógrafo en esos días. Era natural de Medina Cidonia, España. Vió la luz primera en el año de mil quinientos setenta y siete, pasó a la Nueva España y tomó el hábito de lego de la Orden del Carmelo en la Ciudad de Puebla de los Ángeles en el año de mil quinientos noventa y ocho.

Cuenta la tradición que viniendo de España y aún seglar estuvo a punto de naufragar, ofreciendo a la Virgen del Carmen que si le salvaba la vida, entraría de lego en algún convento de su orden; cosa que cumplió. Estudioso de las matemáticas y otras disciplinas e impulsado por sus superiores, en cuarenta años que vivió en su vida de lego, fué no solo el arquitecto que dirigió cuantas obras se hicieron en la Provincia Carmelita de San Alberto de México, sino el consultor universal de todo el reino en los ramos de arquitectura, mecánica e hidráulica.

Murió a la edad de setenta y siete años en la Ciudad de Salvatierra en 1644.

En el momento de su muerte se encontraba dirigiendo la fábrica del Convento del Carmen y los trabajos preliminares de la construcción del Puente que cruza el Río Grande-hoy Lerma-. Escribió numerosos tratados siendo los principales: el de Arquitectura; el de Hidráulica; las Obras de Desagüe de las Lagunas de Zumpango en Texcoco; un tratado sobre frutas y verduras; uno sobre cómo secar los manantiales y minas, demostrado matemáticamente; y el de sobre las verdaderas medidas del Arca de Noé.

Entre sus construcciones se encuentran: la del Convento antiguo de Celaya; el Convento de Querétaro; el Convento del Santo Desierto de Cuajimalpa; y cuando se encontraba construyendo el Convento del Carmen en Salvatierra y el Puente de Batanes repentinamente lo sorprendió la muerte.

Nuestra Iglesia del Carmen se inauguró el 5 de febrero de mil seiscientos cincuenta y cinco. Cuenta la tradición que el Puente se construyó en ochenta días, tuvo un costo de quince mil pesos; tiene catorce arcos y mide de largo ciento ochenta metros y de anchura, cinco metros.

El Callejón del Ángel

La existencia de los seres espirituales no corporales que la Sagrada Escritura llama habitualmente ángeles, es una verdad de fe. El testimonio de las escrituras es tan claro como la unanimidad de la tradición. San Agustín dice respecto a ellos: “el nombre de ángel indica su oficio, no su naturaleza, te diré que es un espíritu, si me preguntas por lo que hace, te diré que es un ángel”.

Los ángeles son exclusivamente espirituales, no tienen cuerpo ni sensibilidad como nosotros los humanos, por eso su conocimiento de las cosas no es por raciocinio ni las sensaciones como nosotros, es intuitivo y sin error, tienen conocimiento de aquellas cosas que Dios les quiere participar. La libertad angélica y el libre albedrío les permite elegir el bien que consideren mejor.

Hay diversas categorías de ángeles que se determinan por su oficio y misión: Arcángeles, Principados, Tronos, Dominaciones, Potestades, Querubines, Serafines, etc. Entre ellos se destaca por su importancia a los ángeles custodios, o mejor conocidos como Ángeles de la Guarda; que son los espíritus bienaventurados que Dios asigna o concede a cada hombre para protegerle y conducirle en el camino de la salvación, mientras esté en este mundo.

Ya entrando en esto de las categorías, existe en Salvatierra una vieja tradición respecto a los Ángeles Custodios o de la Guarda.

En la Calle de Leandro Valle vivió y murió Don José “El sepulturero”, a quien le tocó por lo insólito de su trabajo, recoger de nuestras calles y plazas los cadáveres de cristianos fallecidos a causa de las epidemias como la del cólera morbus.

Había tantos cuerpos tirados en las calles, que únicamente los acomodaba en una carreta tirada por un par de mulas, para llevarlos de inmediato al cementerio que se había establecido provisionalmente en la prolongación de la Calle de Madero, ya que los de los templos no daban abasto.

Por estos hechos se le conoció a esta Calle como la del Sepulturero.

Mucho tiempo después, los vecinos observaron una bella tradición; a los doce del día, hora en que las campanas de los templos llamaban “El Ángelus”, oración que se reza en grupo o comunidad y que recibe el nombre de Cadena de la Oración; al estar en esta devoción, abrían las puertas y ventanas de sus casas que daban a la calle para dar hospedaje a los Ángeles de la Guarda que bajaban a orar también por la pronta redención de los cientos y cientos de almas que don José enterró sin que recibieran cristiana sepultura.

Esta fué la razón por la que la vieja Calle del Sepulturero, denominación que prevaleció toda la segunda parte del siglo XIX; cambió su nombre por el del “Callejón del Ángel”.

El Primer Milagro del Niño de Praga

Recién instituida la devoción al Santo Niño de Praga por los Padres Carmelitas, le dedicaron el Templo que hoy todos conocemos. Eran pocos los niños que asistían a esa bella tradición los días veinticinco de cada mes, hasta que un suceso sin precedentes logró el aumento significativo de sus fieles infantiles, que portando sobre su pecho la medalla, realizan su procesión mensual.

Era Catalina una niña alegre y vivaracha que vivía con su madrina en la Calle del Pinzán –hoy Ocampo- llena de las comodidades y atenciones de la época. Cuando cumplió sus diez años, su madrina le regaló un par de zapatos rojos de baile importados de Francia. Catalina muy contenta se dijo:

¡Mis zapatitos me van a traer mucha suerte!

Pero el diablo dondequiera que está, tiene una y mil formas de aparecer y una y mil formas de tentar, no importando quien sea: Adulto o niño, hombre o mujer. Los domingos en vez de calzarse las botas negras para ir a misa del Templo del Carmen, llevaba Catalina sus zapatos rojos de baile.

Unos domingos después, cuando la niña iba a misa acompañada de su madrina, se apareció en la puerta del Templo un anciano que aparentaba ganarse unos céntimos limpiando el polvo del calzado de los fieles. El viejo al ver los zapatos rojos de Catalina, los golpeó suavemente diciéndole:

¡Ojalá se te peguen a los pies cuando bailes!

Durante todo el oficio divino, Catalina no puso atención a las devociones, sólo pensaba cuán bonitos eran sus zapatos rojos de baile.

¡Sí, muy bonitos son tus zapatos!; le dijo, el viejo al salir.

Desde entonces, Catalina empezó a bailar y solamente quitándose los zapatos podía cesar en sus danzas.

Al día siguiente fué invitada a un baile; pero habiéndose enfermado su madrina, no tuvo Catalina otro remedio que quedarse en casa. –No importa, me pondré los zapatos de baile –dijo, y calzándoselos salió a calle danzando, allí vió al viejo y éste le dijo al pasar:

¡Qué bonitos son tus zapatos!.

Pero ella siguió bailando cada vez más aprisa sin poder dejar de hacerlo. Quiso Catalina quitárselos, mas no pudo; siguió danzando por nuestras calles y plazas. Quiso también la Providencia que en sus danzas se dirigiera a la Iglesia del Santo Niño de Praga en el preciso momento en que los niños formados en procesión rendían culto a la Imagen ese veinticinco de enero.

Al ver al Santo Niño, Catalina gritó con todas sus fuerzas:

¡Haz algo para que deje de bailar! ¡Perdona mi soberbia!

La Batalla del Puente de Batanes

Supo Iturbide que Liceaga estaba reuniendo todas sus fuerzas en Valle de Santiago y que Ramón Rayón estaba en Acámbaro con la fuerza que había traído de Tlalpujagua. Esta situación hizo comprender a Iturbide de limpiar los caminos de Insurgentes para permitir el paso de la Plata que procedente de Guanajuato y San Luis Potosí transportaban a la Capital del Virreinato.

Mientras tanto, Liceaga había llegado a la Hacienda de San Nicolás de los Agustinos y Ramón Rayón a Salvatierra. Iturbide, procedente de Yuriria y siguiendo el camino que entra a la ciudad por la ribera izquierda del río se fué aproximando hasta avistar la población el Viernes Santo dieciséis de abril de aquel año de 1813. Rayón tal vez pensó que el realista no lo iba a atacar, no tomando las providencias necesarias, pero ante la proximidad del ejército español se dispuso a defenderse.

Las fuerzas insurgentes que defendían el reducto o parapeto del Puente, así como las azoteas del Molino de Batanes y la fuente cerca de piedra casi paralela al Molino, que encajonaban la entrada al puente, estaba al mando del comandante insurgente Oviedo a las órdenes de Rayón. Al ver Iturbide las defensas, trató de entrar a la población por los vados del río por San Francisco y por San José del Carmen, sin lograrlo.

Entonces regresó a la Hacienda de San Buenaventura, distante unos dos kilómetros del puente sobre la misma margen izquierda del río. Simuló retirarse por el camino a Eménguaro, como si esquivara el combate. Cayó en la trampa el Comandante Oviedo, que sin órdenes de Rayón salió de su base de operaciones bien fortificadas y defendibles, con la intención de perseguir a Iturbide.

Este regresó de inmediato batiéndolo y desplazándolo fuera de sus posiciones. Lo demás fué relativamente fácil, se apoderó del puente y entró a la ciudad por la Calle del Biombo. Rayón se retiró de inmediato con el resto de sus tropas a Puerto Ferrer, pero hubo un buen rato de tiempo en que ambos estuvieron en la ciudad.

El combate no duró más de una hora, muriendo cerca de cien combatientes de ambos bandos, pues el combate fué cuerpo a cuerpo.

A las dos de la tarde descansaba Iturbide en Salvatierra y se puso a dormir, para aligerar la jaqueca que desde la mañana lo molestaba y que de tiempo atrás padecía.

El parte o informe del combate no fué hecho por Iturbide, sino por su secretario el Padre Gallegos, quien empleó una forma fanfarrona y exagerada asentando que habían muerto más de trescientos insurgentes, lo que era totalmente falso.

Después del combate, ciertamente fueron ejecutados dieciséis individuos, pero no insurrectos, sino gente de la plebe que habían iniciado un saqueo. Así lo informó Don Ramón Rayón a su hermano Don Ignacio. Al señalas este hecho, no me mueve el deseo de aligerar las culpas de Iturbide; que entre otras tiene a su cargo, sino el deseo de aclarar y depurar la verdad.

Los fusilados lo fueron contra la pared norte del Molino de Batanes, en un espacio que medía apenas ocho metros de largo, ya que allí se encontraba una tienda y un portalito. Los muertos en combate fueron enterrados en un solar conocido como Potrero de Ávila –hoy Molino de Ávila-. Lo que muchos no le han perdonado a Iturbide hasta el día de hoy; es que haya trabado combate en Viernes Santo.

Tomadas del Libro: “Leyendas, Cuentos y Narraciones de Salvatierra, Segunda Parte” de Miguel Alejo López

Biografía

Carlos Arenas García

Carlos Arenas García nació en Morelia el 5 de mayo de 1921. Estudió en el Colegio de San Nicolás y en la Escuela de Leyes de la Universidad Michoacana; desde su época de estudiante preparatoriano se distinguió como un intelectual de amplia cultura y aguda sensibilidad; con algunos amigos de su generación publicó la importante revista Letras Nicolaitas, revista que otorgó un vigoroso impulso a la literatura juvenil. Más tarde los integrantes de ese grupo crearon una de las revistas más valiosas de Michoacán: La Espiga y el Laurel, en la que Arenas publicó numerosos artículos y poemas; también colaboró en Pliego, otra edición de este tiempo.

En 1949 aparece su primer opúsculo, Poemas para matar el tiempo; y tiempo después, hasta el año 55 ve la luz su Cuaderno de Poemas. Muchos otros poemas de arenas quedaron dispersos en periódicos y revistas de Michoacán y de otros lugares de la República, además de que su persona figura en varias antología y poemarios.

De Arenas, Alfonso Espitia Huerta señala: “Es un joven sonriente y amigable. Vive como todos los jóvenes prendido a la angustia de nuestro tiempo. Pero con su espíritu sagaz y fino evade las situaciones sombrías y sonríe buscando los ángulos humorísticos de la vida cotidiana, monótona y pueblerina... con su pluma ágil mueve la palabra jugando con ella, y en sus manos las letras, con su vaivén prosódico, danzan optimistas; se encienden las vocales, y las consonantes, con su suave música, las acompañan...”.

Nocturno Estudiantil

Lenta la media noche se encamina
por el rumbo precioso de otra aurora
sin eludir paisajes de rutina
que otras veces la luna le decora;
la hora secular del alma en pena
en el lejano campanario suena.
El que estudia los astros ve la noche
de manera distinta que el minero
que no sabe de estrellas en derroche
viviendo en las tinieblas prisionero;
de su garganta nacerá la herida
que lentamente le hurtará la vida.
Juntos están los libros y los temas
constantes los trabajos y los días,
revelados y ocultos los teoremas,
ya caduca, ya nuevas las teorías;
en el silencio de mi estancia vuela
un extraño rumor que me desvela.
Pendientes los minutos al repaso
de la antigua lección, marcada cita,
detienen la atención viniendo al caso,
el recuerdo de aquella muchachita
que a mi pasión y soledad temprana
abrió su corazón y su ventana.
Atisbo de las horas de alegría
en que canta la voz de la cigarra,
entre el humor del brindis la poesía
-intermedio de llanto la guitarra-
en tanto el humo del cigarro crece
y en el cielo del bar desaparece.
La página de un libro siempre abierto,
el diez de la lección bien aprendida,
las tardes que acudimos al concierto,
primavera que vió su despedida...
recuerdos son que a mi memoria acuden
y como al tronco el viento la sacuden.
Acusemos las horas fugitivas,
mías algunas, las demás ajenas,
caravanas de sombras transitivas,
acuden al recuento de mis penas;
así escribía cuando gota a gota
sonó la lluvia de mi vidriera rota.
¿Quién que es, que ha sido o fué romántico
penetrado su ser por fina gubia,
no iniciara su rima con el cántico:
llovió en mi corazón cuando la lluvia?
Viajen mis sueños por las nubes grises
de poemas oscuros aprendices.
Mejor será no recurrir al verso
y solamente repasar olvidos,
escribir de las cartas al reverso,
retocar los retratos preferidos,
acariciar los libros del estante,
remover los escombros del instante.
Después, cuando la lluvia rumorosa
lave conciencias, torres y calzadas,
resolver la emoción en limpia prosa
diciendo de las horas no olvidadas
y sin pensar que la nostalgia existe
simplemente escribir: ya no estoy triste.

Poesias

A sus 7 Años

A sus 7 años
de dedicación y comprensión,
este poema le dedico
con todo mi corazón.

Mario Carreño,
maestro y escritor,
es el creador de este gran proyecto
de horas y días de dedicación y pasión.

¡Sigamos Adelante!,
todo Por Amor al Arte.
Poemas, canciones y versos,
que conforman estos grandes éxitos y esfuerzos.

Elevo mis oraciones,
a Dios Nuestro Señor,
que lo guarde y lo cuide
en esta peregrinación.

Gracias maestro,
por dejarme escribir
unas letras en su revista,
que sé a muchos los hace llorar
y los motivará a leer y escribir.

Grandes escritos,
volarán como palomas,
en busca de nuevos éxitos,
llenos de dedicación y amor.

Este poema es a los 7 años de la fundación de la revista
independiente llamada: “Por Amor al Arte” de Mario Carreño.
Autor: G T R R


Eres Todo en mi Vida

Tú eres mi vida,
tú eres mi amor,
es lo que existe
en todo mi corazón.

Sin ti no sé qué haría,
reina mía.
Todo lo que hago es por tu alegría,
todo lo que hago va a ser siempre por tu simpatía.

Mi corazón está loco por ti,
mi vida se proyecta en ti,
no sé qué haría
si tú no existieras.

Nadie ni nada nos va a separar,
nadie nos va a arruinar
esta hermosa relación
que tú y yo la acabamos de sembrar.

Yo por mi parte cumpliría
en todo lo que tú me pidieras.
Todo lo que tú quisieras,
con tal de que tú me quieras.

G T R R
12 años de edad


Gracias a Ti

Gracias a ti,
puedo volver a gozar,
puedo volver a soñar,
por ti vuelvo a amar.

Me has hipnotizado,
me has cautivado,
por eso me siento importante,
porque cuando yo me iba a rendir
tú apareciste y me rescataste
con tu gran amor.

Orgulloso estoy
porque hoy estreno amor.
Pero sobre todo,
porque hice a un lado
toda mi presión y mi dolor.

Gracias por quererme,
gracias por cuidarme.
El Creador y yo
estamos en deuda y en agradecimiento
por darle un lugar en tu vida
a este gran amor.

G T R R
12 años de edad

Un Gran Fruto Anhelado

Dios te ha pensado,
Dios te ha imaginado,
serás una hermosa niña,
para tus padres un fruto anhelado.

Karen Guadalupe te llamarás,
por emotiva te reconocerán,
qué gran alegría
como primo me daría,
cargarte en mis brazos,
y recitarte esta poesía.

Pienso cómo vas a ser,
pienso qué vas a querer,
de esta gran y enorme vida,
que el Creador te dará.

Niña hermosa,
serás una princesa,
con una gran y enorme sonrisa
y con una gran simpatía.

Todo lo que hagas lo harás por amor,
serás cordial y compasiva,
todo por nuestra Madre Santísima,
que día a día te guiará y ayudará.

¡Dios te bendiga!,
Por siempre mi gran amiga y prima,
todo lo que hagas en la vida,
todo mi éxito y apoyo te acompañará.

G T R R
(este poema se lo dedico a mi prima Karol Guadalupe,
quien primero Dios nacerá bien, próximamente)


Inadecuado

Huyendo de este mundo incomprendido
donde no embona la parte que me toca,
no encuentro el lugar que han elegido
ni moldura donde falte alguna gota.

Es algo inadecuado a mi faceta
en donde no he podido acomodarme
bastante me he “quebrado la maceta”
para encontrar mi lugar y ahí quedarme.

I S J.


Ajeno
Ahora tan ajeno a mi existencia
te brindo el placer de verte amado,
no niego que tú eres mi pasado,
qué importa que me hayas olvidado.

Seguimos por caminos tan distintos,
sorpresas mil me brinda el destino,
borramos sin pensar aquellas gentes
que fueron en un tiempo un motivo.

Tú fuiste algo diferente
mi vida la llevaste de tu mano
porque tengo qué verte diferente
ajeno sin tenerte a mi lado.

Adiós Amor –por siempre
que seas feliz, que tengas suerte.

I S J.


Imprudencia

¿Cómo moldear lo que otro ya hizo
y cambiar lo que no pertenece?
¿Cómo luchar cuando el tiempo decrece
y apreciar lo que no se merece?

¿Cómo escuchar a quien nunca aparece,
y cantar y vivir tan callado?
¿Cómo amar a quien solo odio ha dado
y morir sin voltear al pasado?

Como amor, el olvido ha llegado
y el perdón en eso se ha volcado.

I S J.


Carcajada

Con una carcajada hoy puedo responderte,
ya no me importas, ni me molesta verte,
dos almas diferentes; ya no nos conocemos,
extraños personajes porque no nos queremos.

Con una carcajada me burlo de aquel tiempo
que se ha vuelto nada, se lo llevó el viento,
aquello fué una peste, con el olor a muerte,
arranco de raíz, aquella mala suerte.

I S J.

La Cruz de mi Camino

Quedó tu amor clavado en un abrazo
de Cruz en leños gruesos de tortura;
clavaste imperturbable tu dulzura
frente a mi olvido de mortal rechazo.

Abriste para siempre tu regazo
por si vuelvo y acepto tu ternura.
¡Quien pensara que a mí tan vil creatura
me ofrecieras tu amor a cada paso!

Hoy te encuentro de nuevo en mi camino
abrazando en tu amor la lejanía;
con tu luz, con tu gracia yo adivino

que no puede acabarse la agonía
hasta gustar tu cáliz y tu vino
convirtiendo tu vida en vida mía.

Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón


Limosnero

Limosnero que vas por el camino
pidiendo una moneda con tu mano extendida;
después de mucho andar como un peregrino
te sientas a contar lo que te han socorrido
y te alegra el saber que cinquito a cinquito
lograste tener aunque sea muy poquito
para poder comprar un pedazo de pan
y comértelo solo allá en tu jacalito.

Siempre vas harapiento caminando muy lento,
la gente te esquiva porque hueles muy mal,
a todos les molesta el ver tu mal aspecto
les provocas repulsa, no les puedes pasar.

Limosnero amigo, sigue por tu camino
y no te importe nada si harapiento vas,
extiende tú la mano, ése es tu destino;
hay muchos harapientos que por el mundo van,
que a pesar de ser ricos no les nace ayudar
a los que menos tienen, pues... no saben Amar.
J. E R B.


Mírame Señor

Hoy me presento ante el único dueño
de mi corazón.
Mírame Señor Jesús enfrente de Ti,
mírame Señor que estoy
hincado a tus pies.
Hoy te proclamo mi mejor Amigo
mi Rey y mi Dios.
Mírame Señor Jesús enfrente de Ti,
mírame Señor que estoy
hincado a tus pies.
“Mírame Señor arrepentido,
porque con mis pecados
-aunque te amo tanto-
mucho, mucho te he ofendido,
Mírame Señor arrepentido.
Quiero ante todo Divino Maestro
pedir tu perdón,
mírame Señor Jesús enfrente de Ti,
mírame Señor que estoy
hincado a tus pies.
Quiero que en cada momento que viva
poderte alabar.
Mírame Señor Jesús enfrente de Ti,
mírame Señor que estoy
hincado a tus pies.
“Mírame Señor arrepentido”.

Letra y Música:
J G H

Recuerdos

¿Por qué en el ocaso
se viene a la mente
recuerdos que nunca
volví a recordar?

¿Por qué al momento
que se abre la mente
me veo y me encuentro
en la soledad?

¿Acaso el destino
me jugó una broma
haciendo que crea
que tuve un amor?

Será acaso cierto,
o no puedo saberlo,
o quizás haya sido
una mera ilusión.

Pero no, no ha sido
mi mente, no ha sido
el destino, no ha sido
ilusión.

Yo tengo, y lo siento,
un amor palpitante
que me ha dado vida,
que me ha dado amor.
mis hijos

J B

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