El Globo
Ocultar queriendo en vano
el dolor que la devora,
marcha una bella señora
con un niño de la mano;
y muestra en el triste luto
de su severo vestido,
que algún otro ser querido
pagó a la muerte tributo.
Grave va el niño y tranquilo,
mientras a otros ve jugando,
un azul globo llevando
pendiente de sutil hilo.
-Mamá, de pronto exclamó:-
¿Por qué llorar sin consuelo?
¿No dices que está en el cielo
la niña que se murió?
-¡Ah!, sí, el Señor compasivo
la llevó pronto a su lado.
El niño quedó callado,
pero siguió pensativo;
y tras un momento breve
cortó el hilo sin dudar
y al globo dejó volar
a impulsos del viento leve.
-¿Qué has hecho?
Y el muchachuelo
a decir se precipita:
-¡Mandárselo a mi hermanita
para que juegue en el Cielo!
M. Ossorio y Mernard
Ocultar queriendo en vano
el dolor que la devora,
marcha una bella señora
con un niño de la mano;
y muestra en el triste luto
de su severo vestido,
que algún otro ser querido
pagó a la muerte tributo.
Grave va el niño y tranquilo,
mientras a otros ve jugando,
un azul globo llevando
pendiente de sutil hilo.
-Mamá, de pronto exclamó:-
¿Por qué llorar sin consuelo?
¿No dices que está en el cielo
la niña que se murió?
-¡Ah!, sí, el Señor compasivo
la llevó pronto a su lado.
El niño quedó callado,
pero siguió pensativo;
y tras un momento breve
cortó el hilo sin dudar
y al globo dejó volar
a impulsos del viento leve.
-¿Qué has hecho?
Y el muchachuelo
a decir se precipita:
-¡Mandárselo a mi hermanita
para que juegue en el Cielo!
M. Ossorio y Mernard
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