Acarreo de Indios Othomíes a Tierra Adentro
Introducción
La relación que nos describe Don Diego García de Mendoza y Monctezuma en el año de gracia del Señor de 1703, es lo suficientemente ilustrativa como para comprobar que en esta región del Bajío o Tierra Adentro como la llamaban en tiempos de la Colonia, los naturales que la poblaron, predominantemente, fueron los Chichimecas Guamares y Huachichiles. Aunque el relator solamente menciona a los Huachichiles mansos. Ni duda quepa, pues ya por ese tiempo había indios Chichimecos amansados por hambre, y por el chicote o el fuete.
Pero lo que en realidad fué que hacía estas tierras en el momento de la conquista, no había indios Othomíes; fueron importados por los españoles para repoblar y poblar algunos sitios, situados estratégicamente para su propia protección de los chichimecas; verdaderos sanguinarios como lo eran los indios Guamares y la mayor parte de los Huachichiles, y de vez en cuando los Caxcanes que provenían del occidente de Pénchamo (Pénjamo); otra etnia de chichimecas salvajes y criminales.
Por lo anterior, los españoles optaron por traer indios Tlaxcaltecas a la región del Xidoo –el tepetate-, en lo que hoy es Salamanca. Más tarde se irían desparramando hacia el Guaxe y los Amoles poblando el sitio de Zuchitlán (lugar florido), y tratando de imponer su autoridad y mayor cultura en el Guaxe; motivo por el cual fueron desterrados del lugar por el propio virrey por los años de 1730 a 1736.
El relator del manuscrito, motivo de este opúsculo; nos remonta al año de 1534; haciéndonos un breve relato del emperador Moctezuma en el año de 1520, y en el mismo documento nos traslada al año de 1534, como llevo dicho...
En este propio, nos describe la población del pueblo de Santiago de Querétaro en el mismo por Hernando de Tapia, el Conín y otros personajes, pero no nos indica que el tal Conín haya sido el líder de las expediciones, ni siquiera a Don Nicolás de San Luis Montañés.
Quien liderea es Don Pedro Martín de Toro, este hombres es el guía, el líder de todo un ejército de naturales y un grupo de españoles que aceptan las ordenanzas de un indio, y que al final de sus expediciones los nombran capitanes, y posiblemente todos ellos reciben el título de Hijodalgo.
Lo cierto es que el presente documento nos demuestra que esta región carecía de naturales OTHOMITES, y por consecuencia, confirma mi teoría. Don Luis Velasco y Mendoza afirma la existencia de los dichos indios, igualmente Dn. Fulgencio Vargas y uno que otro cronista, basado en los historiadores que se mencionan.
M S C
Acarreo de Indios Othomíes a Tierra Adentro
por el Cazique Don Diego García de Mendoza Montezsuma.
Año de 1534
En conformidad del decreto proveído por el Xmo. Señor Duque de Albuquerque Virrey de esta Nueva España, Governador y Capitan general de ella, y Presidente de su Rl. (real) Audienzia, yo, Don Diego García de Mendoza Montezsuma habiendo reconocido el contexto de los papeles, que con el Memorial de Don Mathias de Sangedo Toro, y, Montecsuma se presentaron en ellos se contiene y expresa lo siguiente: Jesús, María, y Joseph, en el año de mil quinientos, y veinte; en el pueblo y provincia Cabezera de Chiapa de Mottha estaba un Rey, se llamó grillo y dicho Rey García, tuvo un hijo quien tuvo por nombre Aguila Rial chica.
Estos fueron Señores y Caziques y nunca tuvieron sucesión de otro alguno hasta en el tiempo del Reynado del gran Monarcha Monteczuma que le dio vastantissima guerra a dicho Rey Aguila Real chica y por el temor que tuvo de que Motecsuma lo había mandado degollar se dio de paz; y para experimentar el Monarcha Motecsuma las noticias que de dicha Aguila Rial había tenido de sus hechos tan extraordinario la envió a pedir un árbol de Sabino y que se lo plantase en el pueblo de Huautitlán, obedeció el mandato de Motecsuma y con efecto lo plantó en dicho pueblo de Huatitlán y habiendo tenido noticia el linage y parentesco que tenía a dicho Señor Águila Real en la Provinsia de Xilotepec de donde dependían los caziques y Señores Nuestros antiquísimos abuelos, y bisabuelos Gobernadores y Señores padres, tíos, primos y demás ascendientes, dice los primeros superiores que tuviesen por nombre, Etzaguindo, que se interpreta “Piedra que zumba en un árbol”, este fué el primero que gobernó la nación Othomit.
El segundo se llamó Ecquenguy, que se interpreta “Culebra de Nubes”; el tercero tuvo por nombre Esgusttado; que se interpreta “Maiz en Agroz”; estos fueron los fundadores y señores que fueron muy mentados en la nación Othomit, y que de esta descendencia y linage fue el llizenziado que se llamó Dn. Gerónimo López de los Ángeles, natural que fué del pueblo de San Gerónimo Aculco de la Cabecera y Provincia de Xilotepec; y que dichos Señores fueron pobladores, y que la fundación comenzó desde San Gerónimo Aculco, San Miguel Cambay Altaxayuca, Santiago Tecotzauhtla Gueychiapa, San Juan del Río, Santa María Tequixquiapa, y el de San Juan de los Xarnos, y que dichos pueblos sin embargo de que en tiempo de la gentilidad se hallaban poblados de Yndios.
Al tiempo de la conquista de este Reino estos caciques ayudaron en todos a los españoles, acaudillándoles y reformándolos de nuevo y con la llegada del Santo Evangelio se les dió la advocación de los Santos, a cada pueblo; según demuestra y da a entender y que pasaron a poblar y reformar el pueblo de Querétaro y San Miguel el Grande, Salaya, San Francisco Chamacuero, San Juan de la Vega; San Miguel, el poblado de Acámbaro; petemoro, y San Miguel Tarimoro; San Lucas, y San Agustín, y que esto fué cuando tuvieron controversias y que con los Tarascos de Mechuacán, y que después de pacificados dichos pueblos vivieron los naturales y moradores en paz y sosiego gozando cada cual de lo que les pertenecía y queda esta dependencia y linage fué Don Favian Pablo Martín Ahuizotl y Mago quien fué poblador en el pueblo de San Diego que está abajo del pueblo de San Matheo Huyechiapa, pueblo de los meros Othomites, y que ahí murió dicho Don Favian Martín Ahuizotl y Mago.
Él tuvo dos hijos que dejó, el uno se llamó Don Baltazar Martín de Granada, y el otro don Gabriel Martín de los Ángeles que murió en el pueblo de San Mateo Hueychiapa, y este dejó dos hijos y tres hijas de los barones; el uno fué Don Pedro Martín de Toro, y Don Juan Thomás; las mujeres la una se llama Dña. Beatriz Ynés, Doña Clara Theresa y Dña. Agustina Juana. La bisabuela de los susodichos se llamó Da. María Vizente Christina madre que fué de Da. Magdalena Ana y Granada Cazicas y principales de la descendencia de Xilotepec.
Refiérelo el escrito así y dice que estos son los Señores que están mencionados en los mapas, papeles e instrumentos que tratan de los entrados y pacificaciones y que esto fué muy notorio al ser deudor unos de otros que procrearon y tuvieron hijos y entre ellos hubo uno que se llamó Don Marcos de la Cruz y tuvo un hijo que se llamó Don Gaspar Marcos, estos por interposición de Don Pedro Martín de Toro como deudos suyos los llevó a poblar el pueblo de Santiago de Querétaro, y de allí como principales pasaron nuevamente a reparar el pueblo de San Lucas los chichimecas en donde pusieron a un tío suyo que se llamaba Don Juan Martín Huachichile con título de gobernador que mandaba y gobernaba a dichos chichimecas de aquel lugar y pacificaron y pusieron en orden ayudando en todo a los españoles en la pacificación de los chichimecas del pueblo de Caracheo y el puerto de Algodonar, y el pueblo de Santa María, que está a donde cruza el camino de Guatzindeo y Salvatierra, y poblaron el pueblo de San Miguel Tarimoro y el de San Bartholomé que llaman del Rincón de la Jurisdizion de la Villa de León y de ahí prosiguió Dn. Pedro Martín de Toro ayudando a los españoles al descubrimiento y pasificación de chichimecas con todos los suyos que le acompañaban acaudillando a dichos españoles.
Prosiguieron y nombraron el pueblo que llaman en la lengua Othomit An the tte hez que se interpreta “Zerro Redondo”, y el puerto que llaman Ma me he que se interpreta “fuente de agua”, y el puesto que llama, Ge ush ma di; que se interpreta el “zerro de Culliacán” y estos puestos y pueblos son del distrito de Selaya; y también reformaron el pueblo que llaman en Othomit An the hua da que se interpreta el pueblo de Acámbaro, y pusieron en orden, el pueblo de Xacona, y los puestos que llaman el Montesillo y el Potrero y los pueblos de San Gerónimo, San Pedro y el pueblo que llaman Los Morales, y el que llama Lerma, y un puesto que llaman en lengua Othomit Andarjabi; que se interpreta Charco hondo; y el puesto que llaman en Othomit: An da do; que se interpreta “Piedra Grande”, y un pueblo que llaman en Othomit An thein ttaye; que se interpreta “Peña colorada”, y asimismo dichos principales ayudando a los españoles pusieron en orden el pueblo que se llama en Othomit An tta phi que se interpreta “miel”; y el pueblo que llaman las Palmillas y el que llaman en Othomit An ttzi que se interpreta “Otata”; y el puesto que llaman las Sausedas y Valenzia y otro puesto que llaman en Othomit, An ta yo cha do que se interpreta Cerca, de piedra Nueva.
Estos son los puestos y pueblos que ayudó a ganar Don Pedro Martín de Toro, en compañía de los otros principales que acaudillaron a los españoles, quienes llevaba en la compañía a los huachichiles chichimecas manzos quienes mantuvieron las alteraciones que hubo de chichimecas y costeando la tierra llegaron a un pueblo que llaman el Charco Azul, Sacatecas y su distrito pasaron a San Juan del Río junto a Sombrerete y Guadiana donde dije aquí selló la conquista de los soldados de San Miguel el Grande y Xichún, que es lengua Othomit, que vinieron en compañía de Don Pedro Martín de Toro, Don Marcos Felipe con título de General y Don Sebastián Hernández por capitán de cuerpo, y según los ejércitos que en aquellos tiempos formaban fueron de soldados y cabos Don Rafael de la Cruz, Don Ramón Juan, y Don Joseph Enríquez, y otros muchos caziques que convocó Don Pedro Martín de Toro para ayudar a los españoles, y al reparo de los chichimecas que continuamente movían guerras asolando los pueblos; y por segunda entrada, y pacificación que estos Yndios Casiques caudillos guiaron estos españoles y el que señalo en valentía y esfuerzo fué el dicho Don Pedro Martín de Toro quien guió a los españoles al puesto y lugar que llaman la Villa de Santa Fe y Minas de Huanajuato.
(continúa...)
Historia de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz
PREPARACIÓN PRÓXIMA
(continuación)EL ALTAR MAYOR
Su adorno fué severo y elegante: consistía únicamente en doce candeleros ricamente tallados en bronce, con gruesas velas, en medio de los cuales se colocó el día 24 otro un poco más pequeño, con otra vela, por razón de la misa pontificial del Prelado propio; dos candelabros de igual talla, de dos y medio metros de altura, en los cuales había buen número de porta-lámparas imitando velitas, con foquillos eléctricos; otros dos candelabros más chicos y con igual arreglo y cuatro grandes tibores orientales con ramos de hermosas gladiolas de diversos colores. Todo esto distribuido convenientemente.En el Presbiterio se dispusieron bellos taburetes de muy buen gusto, construidos ex profeso para los sacerdotes oficiantes en la solemnidad, y en el trono de felpa roja, preparado para los Sres. Obispos celebrantes, se dispuso un artístico sillón que en madera tallada presenta los escudos del Papa Pío XI, de la ciudad de Salvatierra y del Excmo. Sr. Arzobispo Ruiz.
La mesa del altar ostentaba hermoso mantel bordado en tela de molino con finas sedas que imitan pinturas de azucenas y figuras de ornato bordadas con canutillo de oro y anchos flecos del mismo metal.
En la ampliación del presbiterio se colocaron suficientes reclinatorios cubiertos con pellizas de felpa y provistos de cojines para los Prelados.
Cuatro grandes blandones con gruesos cirios completan el adorno. Distribuidos en las molduras y cornisas del templo, había cerca de dos mil foquillos incandescentes.
PREPARATIVOS PARA LA IMAGEN
Es conveniente hablar algo sobre lo que se preparó para la Sagrada Imagen.El vestido es una verdadera obra de arte; fué bordado generosamente por las señoritas Antonia, Rita y Carmen Lomana, sobre finas telas blanca y azul, con canutillos de oro y plata, resultando por esto muy subido su costo, pues por la escasez del oro tuvo que comprarse el canutillo de este metal a siete pesos gramo. Tanto el túnico como el manto ostentan figuras de ornato en oro o plata, mezcladas con ramos de azucena realzadas con perlas finas, y pistilos de cuentas de oro y diamantes.
El dibujo fué hecho por la señorita María Chagollán, de la benemérita Congregación de Religiosas Guadalupanas. Otras personas se encargaron de preparar la ropa interior, cabellera, banda y demás adornos que luciría la Santísima Virgen en el día de su coronación, de modo que tuviera todo nuevo.
La corona fué arreglada por el Sr. José Peregrina, de Guadalajara, quien utilizando la antigua corona de la Sagrada Imagen y añadiendo las joyas que personas piadosas obsequiaron a la Santísima Virgen de la Luz, hizo una verdadera obra de arte, de mucho gusto. Se entendió con el joyero y regaló el estuche de la corona, el Sr. Pbro. D. José M. Figueroa, Capellán del templo de Santa Teresa, de aquella ciudad.
Al ser ataviada la Imagen se le pusieron también sus perlas y ráfaga de oro y esmeraldas, que luce en sus fiestas anuales.
PREPARACIÓN INMEDIATA DE LA CORONACIÓN
Recordemos ahora los acontecimientos, como rumiándolos, para saborearlos mejor.
El mes de mayo dió principio en el artístico templo parroquial, con sus perfumes, sus flores, sus cánticos y peregrinaciones, al parecer, nada distintos de otros años. Los que eran distintos eran los espíritus que llenos de júbilo y en expectación del grandioso acontecimiento, ya se sentían inundados de alegría.
El día 5 dieron principio los actos extraordinarios con unas tandas de misiones por los reverendos Padres Pasionistas, Misioneros desconocidos en el lugar y notables por su celo y elocuencia, dando cuatro distribuciones al día. La Reina de las Gracias que iba a ser coronada, debió sin duda asistir a las misiones, porque fueron muchos los corazones endurecidos que se ablandaron y se convirtieron al tocarlos Ella.
Las misiones terminaron el día 14 con un ejercicio concurridísimo por la tarde, en el cual se bendijeron por primera vez las primorosas estampas fotolitográficas de la Santísima Virgen de la Luz, que con tanto acierto había mandado imprimir la Comisión de Propaganda. – En el ejercicio de clausura de las misiones se erigió la Cruz que se acostumbra, en el patio de la casa cural.
Al día siguiente dieron principio otras misiones en el templo de Capuchinas, guardándose el mismo orden que en las de la Parroquia. En éstas ayudó eficazmente el Sr. Canónigo Honorario D. José del Valle, celoso Misionero que no sólo ha dado misiones anualmente como preparativos para la festividad de la Santísima Virgen, sino que ha construido varias capillas y trabajado ha tiempo con grande celo apostólico en esta parroquia; siendo necesario por la multitud de gente que acudió, prolongarlas hasta la víspera de la gran festividad.
En el templo parroquial, entre tanto, se notaba grande actividad. Muchos cajones, llegados por el ferrocarril, transportaban el órgano, desgraciadamente bastante tarde para alcanzar a ser instalado antes de las fiestas. – Otras cajas traían mármoles también llegados tarde, y que conforme eran desempacados iban siendo colocados en la balaustrada tallada en cantera que serviría de comulgatorio.
Los carpinteros por su parte, clavaban todo el día armando la plataforma que debería ser presbiterio en la misma puerta del templo para levantar el altar de la coronación, así como la ampliación del presbiterio, hecha con madera, y las graderías con que se aumentaría el cupo del templo.
En casi todas las casas de Salvatierra se notaba también la animación. Las familias esperaban con alborozo ya a los parientes, ya a los amigos y hasta los recomendados, que anunciaban su llegada para presenciar el acontecimiento. No se oía más que esta expresión: yo espero veinte huéspedes; yo treinta; yo espero veinticinco. Pocas familias tendrían sólo dos o tres huéspedes y muy contadas serían las que no esperaban a nadie.
Al principiar el novenario el día 15, con misas solemnes, comenzaron también a llegar las peregrinaciones de las parroquias del Arzobispado, invitadas por el Excmo. Sr. Ruiz, que con este fin giró una circular a los Sres. Párrocos y Sacerdotes. La primera peregrinación que llegó el día 15 fué del apartado pueblo de Villa Jiménez en el Estado de Michoacán. No de todas las parroquias vinieron; pero sí de muchas de ellas, repartiéndose los días hasta el 31 del mes. Los peregrinos se hospedaron en casas al efecto preparadas.
El día 19, cuando menos se esperaba, llegó en su automóvil el Excelentísimo Sr. D. José Guadalupe Ortiz, Arzobispo de Monterrey, quien hizo el viaje casi sin interrupción, desde su lejana sede hasta nuestra ciudad.
Venía acompañado del Sr. Cura de la ciudad de Monterrey, D. José Ríos. Por la tarde de ese mismo día llegó también en coche, el Excmo. Sr. antiguo Delegado Apostólico y dignísimo Arzobispo de esta Diócesis, Dr. D. Leopoldo Ruiz. Se acercaban las fiestas; era la víspera de ellas: al día siguiente empezaría la serie de misas Pontificales. Ambos Prelados fueron alejados en la casa rural.
El día 20 a las 9:30 de la mañana, acompañado por los Sres. Párrocos D. José Ríos, D. Rafael Lemus y D. Jesús Aguilera y servido por un grupo de jóvenes y niños, cuidadosamente ensayados para dar servicio en la misa, celebró la primera pontificial el Excmo. Sr. Obispo de Tacámbaro D. Manuel Pío López, siendo dirigido en las ceremonias por el Sr. Pbro. D. Severiano Bravo. La misa fué cantada por el pueblo que con afinadas voces, y en gran multitud, entontó la misa “Cum jubilo” de la Santísima Virgen. Ocupó la Cátedra del Espíritu Santo el Sr. Prosecretario de la Sagrada Mitra, D. Fernando Ruiz, quien con grande elocuencia habló del magno acontecimiento que con aquella solemnidad se preparaba.
El día 21 cantó la misa pontificial el Excmo. Sr. D. J. Guadalupe Ortiz, dignísimo Arzobispo de Monterrey, siendo acompañado en el trono por varios Señores Párrocos, que con sus respectivas peregrinaciones iban llegando diariamente. Debía haber ocupado la Cátedra Sagrada en este día el Excmo. Señor Obispo de Tulancingo, pero tuvo que ir a Estados Unidos, y no pudo regresar a tiempo. El coro fué desempeñado por setenta voces del Orfeón de Querétaro, ejecutando una misa magnífica bajo la dirección de su hábil maestro Canónigo D. Cirilo Conejo.
En la tarde de este día, por el tren mixto, convertido en especial, pues traía doce wagones de pasajeros, llegó la peregrinación de la ciudad de México, compuesta de cerca de mil peregrinos que, antiguos salvaterrenses o simples devotos de la Sma. Virgen de la Luz, fueron invitados y disciplinados por el Sr. Cura de la Parroquia de Regina, donde tiene especial culto la Imagen de la Patrona de Salvatierra. Al frente venía el propio Sr. Cura acompañado de su Vicario, el Sr. Pbro. D. Antonio Herrasti. Durante el trayecto vinieron los peregrinos rezando oraciones y entonando cánticos piadosos. En las afueras del tren colocaron un gran letrero que decía:- “La Colonia Salvaterrense en México, saluda a la Madre Santísima de la Luz, y a su amada tierra”.
Ansiosos de visitar a su tierna Madre, quisieron ir luego al templo parroquial, y sin dejar siquiera sus maletas, se vinieron en compacta multitud, trayendo al frente el letrero que habían colocado en las afueras del tren. Esto, desgraciadamente dió lugar a un incidente desagradable, pues algún guardián imprudente quiso quitárselos y hubiera degenerado la peregrinación en zafarrancho, a no ser por la intervención de personas sensatas.
Al llegar la peregrinación a la Parroquia fué recibida en las puertas por el Excmo. Sr. Arzobispo Ruiz, quien les dirigió, ya en el altar, una tierna alocución.
Los peregrinos presentaron multitud de ceras y hermosas flores que portaban, y se dieron cita para asistir colectivamente el día 23 a la misa pontificial.
(continuará…)
Tomado del “Álbum de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz”