Si el abandono de los demás
te hace sentir la necesidad
de vivir más con Dios,
prefiere que todos te abandonen.
Si el olvido de los que te aman,
y de los que Tú amas,
te obliga a estar más de rodillas
a los pies del Sagrario,
busca que todos te olviden.
Y allí sigue
rezando como ayer:
Si tus sacerdotes
están enfermos
sé Tú su alivio.
Si están tristes,
consuélalos.
Si tienen penas,
remédiaselas.
Sus enfermedades,
sus dolores,
sus angustias,
dámelas.
¡Quiero amar
todos los abandonos.
Y todos los desprecios,
quiero vivir como Tú,
crucificado,
con los brazos abiertos!
del Padre
Salvador Rivera O.C.D.
tomado del libro:
“El Sonido de un
Silencio Ligero”
te hace sentir la necesidad
de vivir más con Dios,
prefiere que todos te abandonen.
Si el olvido de los que te aman,
y de los que Tú amas,
te obliga a estar más de rodillas
a los pies del Sagrario,
busca que todos te olviden.
Y allí sigue
rezando como ayer:
Si tus sacerdotes
están enfermos
sé Tú su alivio.
Si están tristes,
consuélalos.
Si tienen penas,
remédiaselas.
Sus enfermedades,
sus dolores,
sus angustias,
dámelas.
¡Quiero amar
todos los abandonos.
Y todos los desprecios,
quiero vivir como Tú,
crucificado,
con los brazos abiertos!
del Padre
Salvador Rivera O.C.D.
tomado del libro:
“El Sonido de un
Silencio Ligero”
No hay comentarios:
Publicar un comentario