El Domingo 5 de junio de 2010 entre las 3 y 4 de la tarde, circulaba en una camioneta por la carretera Acámbaro – Taranda en el sur del Estado de Guanajuato. Rezaba la Coronilla a la Divina Misericordia del Señor y de pronto, reacciono al sentir que la llanta derecha de la camioneta rodaba fuera de la carretera, giro el volante a la izquierda y veía con desesperación y angustia que estaba a centímetros de salirme de la carretera, ahora por el lado izquierdo, intento mantenerme con mucho esfuerzo dentro de la carretera hasta que por fin lo conseguí, después de recorrer creo que entre 50 ó 100 metros casi en zigzag, ya que circulaba entre 70 y 80 km/h.
En todo ese tiempo de descontrol que me pareció una eternidad no encontré ningún vehículo ni de frente ni de atrás, lo que habría sido fatal. Ya controlado el vehículo y reflexionando sobre lo sucedido, agradecí a Dios que me libró de un accidente cuyas consecuencias ni quiero imaginarme. Y cada vez que lo recuerdo, le doy las gracias, pues para mí fué una muestra clara del poder que tiene el rezar la Coronilla a la Divina Misericordia del Señor.
Recordando lo sucedido pienso que sólo una intervención Divina evitó que chocara contra otro vehículo o salirme de la carretera y destrozara mi camioneta, ambas cosas habrían sido fatales. De todo eso me libró el Señor Dios Todopoderoso, Mil Gracias Dios Mío.
¿Qué sucedió? Que me dormí manejando en carretera. Estoy convencido que el Señor me dió otra oportunidad para trabajar por la salvación de mi alma, trataré de no desaprovecharla.
En todo ese tiempo de descontrol que me pareció una eternidad no encontré ningún vehículo ni de frente ni de atrás, lo que habría sido fatal. Ya controlado el vehículo y reflexionando sobre lo sucedido, agradecí a Dios que me libró de un accidente cuyas consecuencias ni quiero imaginarme. Y cada vez que lo recuerdo, le doy las gracias, pues para mí fué una muestra clara del poder que tiene el rezar la Coronilla a la Divina Misericordia del Señor.
Recordando lo sucedido pienso que sólo una intervención Divina evitó que chocara contra otro vehículo o salirme de la carretera y destrozara mi camioneta, ambas cosas habrían sido fatales. De todo eso me libró el Señor Dios Todopoderoso, Mil Gracias Dios Mío.
¿Qué sucedió? Que me dormí manejando en carretera. Estoy convencido que el Señor me dió otra oportunidad para trabajar por la salvación de mi alma, trataré de no desaprovecharla.
Junio 2011 D.H.R.
D H R
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