Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

sábado, 17 de septiembre de 2011

El Rincón para niños


Los Niños Héroes

Los altos destinos se ponen en juego
dentro del combate de horrendo fragor;
desata su fuego
titánica lucha contra el invasor.

Los viejos sabinos vibran con los ecos,
solemnes, mecidos por el aquilón
y sus verdes flecos
destroza inquietante la conflagración.

¡Oh fieles testigos de lucha,
que al viento se hicieron sonoro laúd!
Canten... ya se escucha
la augusta epopeya de la juventud.

Las rubias legiones, tras esfuerzos muchos
llevaron su infamia sobre “El Chapulín”,
nido de aguiluchos,
heráldico cerro de gloria sin fin.

Ahí recibieron de los Héroes Niños
la dura metralla de su admonición
y por estos niños,
la Patria es honrada con admiración.

Cayeron... Es cierto; mas su sangre roja,
sangre que protesta con furia fatal
contra el que despoja,
hoy hierve en el mundo con ansia vital.

No en vano cayeron en nuestros reveces
los niños gloriosos sobre su heredad;
cayeron cual mieses
que ahora fructifican en la Libertad.

F G B

¡Patria Mía!

Te adornas, Patria mía,
con tus rubias mañanas,
con tus cielos azules
y con tus nubes blancas.

Pones en tus sandalias
azucenas y rosas
y prendes en tu pelo
clavelinas muy rojas.

Vas vestida de fiesta;
en tu vestido nuevo
se dibujan cascadas,
lagunas y riachuelos.

Llevas pintados bosques,
y nevadas montañas
y mares azulosos
y playas encantadas.

Llevas orla de estrellas
en tu vestido rosa
y la luna en la frente
y el sol como una antorcha.

Y al compás de tu música
y de lindas canciones,
le vas robando a todos,
los corazones.

Anónimo



Homenaje al Himno

Alcen todos sus voces sonoras
con el fuego de amor sacrosanto,
que la Patria ha encendido en el pecho
con las notas sublimes de un canto.

Ese canto es nuestro Himno querido
que resuena con voces amantes
y que lleva miríadas de luces
en sus cálidas notas vibrantes.

Ese himno subyuga las mentes;
estremece las fibras del alma;
enardece en el pecho tal brío,
que jamás se recobra la calma.

Son estrofas que llevan jirones
de los cielos que cubren la Patria
y al oírlas el pecho se agita
y se enciende en heroicas ansias.

Ese himno marcial y sonoro
que despliega a los vientos sus alas,
es nuestro Himno tan bello y hermoso
que se roba por siempre las almas.

Anónimo


Promesa a la Patria

Patria mía.
Yo te ofrezco
defenderte
con valor,
sin en algún
aciago día
te ultrajara
el invasor.

Abrazado
a mi bandera
a tus pies
quiero morir.

Antes que ver
que un malvado
te hiciera Patria,
sufrir.

Anónimo

El Juramento del Patriota

-¿A dónde vas, hijo mío?
-Al combate, a la victoria
suena el clarín de la gloria
y pienso escribir, con brío,
mi nombre ilustre en la historia.

-Es grande tu atrevimiento.
-Padre, el mundo lo proclama,
cuando la Patria nos llama
con tan noble sentimiento
¿Qué corazón no se inflama?

-¿Qué buscas delirante
tras de la ruda batalla?
-Ver mi bandera triunfante
contra el polvo que levante
el bote de la metralla.

-¡Ah, hijo mío, temo perderte;
me agita la pena fiera!
-Si me es adversa la suerte,
¡cubran mi lecho de muerte
los pliegues de mi bandera!


V R P

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