A Teresita Alcaráz
Vives, Jesús, en huertos de azucenas
y lirios blancos de las almas buenas
que son tus vírgenes de gracia llenas.
Vives, Jesús, en cielos de pureza
y mundos nuevos de inmortal belleza
de Esposas que enriquece tu pobreza.
Vives, Jesús, en templos de oración
de corazones en adoración
y te vuelves su Esposo y bendición.
Y llevas tus Esposas al desierto
para darles tu amor en el concierto
de tu amor y su amor inmenso y cierto.
Y plantas, lirios y trasplantas rosas
en cielo, pues das a tus Esposas
tu amistad y tus gracias más hermosas.
Así vives, Jesús. Yo te bendigo
solo porque eres tan inmenso amigo
con todas tus Esposas y conmigo.
Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón
Vives, Jesús, en huertos de azucenas
y lirios blancos de las almas buenas
que son tus vírgenes de gracia llenas.
Vives, Jesús, en cielos de pureza
y mundos nuevos de inmortal belleza
de Esposas que enriquece tu pobreza.
Vives, Jesús, en templos de oración
de corazones en adoración
y te vuelves su Esposo y bendición.
Y llevas tus Esposas al desierto
para darles tu amor en el concierto
de tu amor y su amor inmenso y cierto.
Y plantas, lirios y trasplantas rosas
en cielo, pues das a tus Esposas
tu amistad y tus gracias más hermosas.
Así vives, Jesús. Yo te bendigo
solo porque eres tan inmenso amigo
con todas tus Esposas y conmigo.
Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón
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