Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez

viernes, 13 de mayo de 2011

Reflexiones

Reflexiones para el Mes de: Mayo

La juventud vive de la esperanza. La vejez vive del recuerdo. Muy importante es comenzar bien, pero no menos importante es saber terminar también debidamente.
(Gar Mar)

A un gran artista le dijo un admirador: “Yo daría la vida por llegar a tocar tan magistralmente como toca Ud.” Y el artista respondió: “Yo la he dado”.

Muchas veces el precio para conseguir lo que se desea es aquello que se descarta y a lo cual se renuncia. Así por ej. Hay qué decidirse entre ser un buen cantante o ser un fumador. Para cumplir ciertos deberes hay que renunciar a ciertos placeres. A uno le preguntan. ¿Te entusiasma lo bueno que haces? ¿Sí te divierte? -No. ¡Pues no siempre lo que divierte es lo más provechoso, sino lo que beneficia a la humanidad, aunque ello no nos resulte lo más divertido!
(T. Thoth)

Cuando uno no desea hacer algo, tiende a dejarlo para más tarde. Pero si se empieza ya a hacerlo, esa tarea empieza a entusiasmarlo desde el momento en que la comienza.
(Jagot)

Nuestros pensamientos influyen en nuestro rostro, en nuestra mirada y en nuestro porte. Por eso es importante llenarse de pensamientos amables y optimistas.
(Carnegie)

La cordialidad consiste en ponerse en el punto de vista de los demás y esforzarse por ser comunicativo, atrayente, amable, comprensivo, y tratar de sintonizar con el interlocutor.
(Mr. Escrivá)

Quien se alaba a sí mismo pierde la alegría de ser alabado por Dios y por los demás. Al hacerse su propia biografía pierde la que otros le iban a redactar.
(Kempis)

FELICIDAD ES un verbo que en lo pasado se llama “Recuerdo”, y en lo futuro: “Esperanza” y en lo presente consiste en: tener lo que se necesita, y hacer lo que a uno más le gusta, y gustarle hacer lo que tiene qué hacer.
(Pronzato)

Hay malos deseos y tentaciones superiores a la fuerza de nuestra volunta, y necesitan una gracia especial de Dios para poder dominarlos. Por eso hay que rezar en momentos de tentación.
(Tardif)

Muchos que son menos inteligentes y hasta menos dotados que otros, logran dedicando tiempo y consagración al estudio y al trabajo, éxitos maravillosos que nunca lograrán muchos otros que son muy inteligentes y muy bien dotados pero no dedican el tiempo suficiente y la consagración debida a estudiar y a trabajar.
(Chesterton)

Los hijos no sólo necesitan que los papás los amen, sino que los papás se amen.
(Adler.)

Los perseguidores pensaron acabar con la Iglesia poniéndola de rodillas, pero olvidaron que nunca la Iglesia se vuelve tan fuerte como cuando está de rodillas.
(Filon)

Tomadas del Libro: “Pensamientos Luminosos para Todos los Días”

Maravillas de El Espíritu Santo


15°. Lo que han dicho los Grandes Personajes acerca del Espíritu Santo
(continuación)

15º. LO QUE DECÍA SAN AGUSTÍN:

SAN AGUSTÍN, es el escritor más estimado que ha producido la Iglesia Católica. Él dice en uno de sus sermones: «El Espíritu Santo es para la Iglesia y para el Cristiano como el alma para el cuerpo. ¿De qué le sirve a uno tener cuerpo si no tiene alma? Será sólo un cadáver. Así es el cristiano: si no tiene Espíritu Santo, tiene nombre de vivo pero está muerto». Un cristiano es: Cuerpo, alma y Espíritu Santo.

16º. SI ÉL NO LO HACE: NAIE LO LOGRA:

SAN GREGORIO, Papa, escribió los libros más leídos en la Edad Media, Él afirma lo siguiente: «Predicador, Catequista si el Espíritu nos llena e fervor los corazones e los que te escuchan, es inútil que prediques y catequices. La sola palabra humana no convierte a nadie. Por eso tienes que llamar en tu ayuda al Divino Paráclito siempre que te dediques a hablar e religión y tú, cristiano: recuerda con qué cuidados purificas y arreglas tu casa cuando va a venir un gran personaje.

Y ya que recibes el Espíritu Santo, ¿por qué no purificas mejor tu alma? ¿Por qué no la adornas mejor con virtudes? ¿Crees que a El le satisface morar en una habitación llena e basuras y sin arte alguno? «Vendremos a El, y haremos en Él nuestra morada», es una frase que se ha icho para ti. Pero no logrará tener morada permanente en tu alma si apenas llega la tentación vuelves a caer, y si te deleitas más en lo material que en lo espiritual».

17º. SECRETO DE UN SABIO:

Te doy un secreto para progresar en santidad: haz cada día un ratito de silencio y deja al Espíritu Santo que te hable. Verás qué grandes serán tus progresos espirituales (Cardenal Mercier).

18º. REGALOS QUE SE PIERDEN POR NO AGRADECERLOS:

Es necesario agradecer frecuentemente al Espíritu Santo los dones que nos regala. Muchos dones se pierden por no haberlos agradecido. Recordemos que entre los regalos más preciosos el Divino Espíritu están la caridad, la bondad, la amabilidad, y la benignidad. ¿Cuánto necesitamos estas cualidades, y cuánto adelantaríamos en santidad y en simpatía si los pidiéramos más al Espíritu Santo y si fuéramos más agradecidos con Él cuando nos los proporciona” (Pablo VI – 1976).


19º. LAS MARAVILLOSAS RESPUESTAS DE UN SANTO:

San Juan Bosco cuando tenía que dar una respuesta importante se recogía un momento y rezaba al Espíritu Santo, porque recordaba aquella frase de la S. Biblia: “Si alguno desea sabiduría pídala a Dios, que la da muy generosamente a quienes la piden sin dudar” (Sant. 1,5). Y las respuestas que Don Bosco daba eran admirables.

Él había aprendido este secreto e su propia madre, Mamá Margarita, mujer analfabeta, que muchísimas veces, después de invocar al Espíritu Santo, daba unas respuestas precisas y acertadísimas, a las personas que le consultaban en asuntos espirituales (P. Lemoyne).
(continuará)…

SANTIDAD

La santidad no consiste en llevar a cabo cosas extraordinarias. Consiste en aceptar con una sonrisa lo que Jesús nos envía. Consiste en aceptar seguir la voluntad de Dios.
* La santidad no es un lujo de unos pocos. Es un deber de todos. Mío y vuestro.
* Para ser santos, debéis desear seriamente estar unidos. La decisión de hacerse santo es algo muy íntimo.
* Si realizamos nuestro trabajo por Dios y por su gloria, podemos hacernos santos.
* El hecho de la muerte no debería entristecernos.
* Sentir disgusto algunas veces es algo muy natural.
* Son santas todas las personas que viven de acuerdo con la ley que Dios nos ha dado. La fidelidad forja santos.
* Lo que hay en nuestros corazones es lo que califica nuestras vidas. No es lícito llevar una doble vida.
* El motivo que debe empujarnos a ser santos no debe ser otro que permitir que Cristo viva su vida en nosotros.
* Jesús desea que pongamos toda nuestra confianza en Él. Tenemos qué renunciar a nuestros deseos para trabajar en nuestro propio perfeccionamiento.
* Yo no puedo aspirar a tener una percepción clara de mi avance a lo largo de la ruta, ni saber con precisión dónde me encuentro en el camino de la santidad. Me limito a pedirle que haga en mí una santa, dejando en sus manos la elección de los medios que pueden llevarme a ello.
* “Quiero ser santo” significa: quiero despojarme de todo lo que no es Dios; quiero exprimir mi corazón y vaciarlo de toda cosa creada; quiero vivir en pobreza y desapego.
* Seamos cual auténtico y fructífero sarmiento de la vid, que es Cristo, aceptándolo en nuestras vidas como Él se nos da.

Como Verdad para decirse.
Como Vida para vivirse.
Como Luz que ilumina.
Como Amor que se debe amar.
Como Camino que se debe recorrer.
Como Alegría que se debe comunicar.
Como Paz que se debe irradiar.
Como Sacrificio que se ha de ofrecer en nuestras familias y tanto entre nuestros vecinos más cercanos como entre los que viven lejos de nosotros.


Tomado del Libro: La Madre Teresa de Calcuta,
Vida y Meditaciones

Historia

Historia de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz

PREPARACIÓN REMOTA DE LA CORONACIÓN
(continuación)

Las peregrinaciones de la ciudad repartidas en los días del mes de mayo y octava de la festividad, fueron también muy entusiastas, no sólo por la asistencia numerosa al templo y magníficos obsequios florales, que presentaron, sino aún por los festejos exteriores que arreglaron en sus respectivos día, consistentes en serenatas y fuegos artificiales. –Los obreros de la fábrica de hilados y tejidos “La Reforma” se distinguieron en la abundancia de pólvora con que festejaron su día, tanto en cohetes, como en fuegos pirotécnicos.

Durante estos años ha sido el mes de mayo para Salvatierra, mes de regocijo, de consuelo y de esperanza.

La antigua fiesta de la Santísima Virgen de la Luz el 2 de febrero, adormecida y casi olvidada en el transcurso de los años, volvió a celebrarse con grande entusiasmo. En todos los años ya indicados hubo el día 2 de febrero misa pontifical, peregrinaciones y diversos cultos en honor de Nuestra Madre Santísima. La Corte de Honor, tomó a su cargo esta fiesta de febrero y se ha empeñado en que la iluminación, adorno y solemnidad, sean semejantes a los de la fiesta principal.

En este día, lo mismo que en las fiestas de mayo, los Caballeros y Damas de la Reina de Salvatierra acostumbran asistir a los actos religiosos, portando sendas bandas azules bordadas de oro, encargándose del orden y arreglo de la festividad.

La Asociación de Nuestra Señora de la Luz, establecida por el Excelentísimo Sr. Arzobispo Ruiz el año de 1912, y agregada poco después a la del Escapulario Azul, establecida en la Iglesia de San Andrés de Roma, recibió también notable impulso, extendiéndose no sólo en la población de Salvatierra, sino en otros lugares, y hasta en la misma Capital de la República, como luego se dirá.

Las Religiosas de la ciudad también cooperaron a los preparativos, confeccionando albas, cíngulos, casulla, dalmáticas y cotas para los sacerdotes que asistieran o desearan celebrar en los días de la fiesta, y también sotanas para los jóvenes que darían servicio en las misas pontificales.

Se pensó en arreglar un himno especial, que debería cantarse en el momento de la coronación y para que éste tuviera un carácter netamente popular, se abrió un concurso entre los conocedores de música que hay en la población, no aceptando algún ofrecimiento de connotados músicos de otro lugar. Firmadas con pseudónimos, fueron presentadas cinco composiciones, que a la postre resultaron ser de los Sres. J. Luz Rico, David Martínez, Adolfo Oviedo, Pedro Hernández y J. Rosario Sámano.

Antes de conocer los autores fueron sujetas estas composiciones a un Jurado el que no aceptó la del señor Oviedo porque pareció demasiado alta para el pueblo, es decir: difícil de que éste la cantara, aunque se reconoció su mérito. De las restantes, el Jurado se fijó en dos: la del Sr. David Martínez y la del Sr. J. Luz Rico. Se desechó la del señor Martínez porque se le encontró algún parecido con un himno que se canta en honor de la Virgen de Guadalupe, y se temió que fuera a confundirse, por más que no era el mismo y sólo accidentalmente tenía algún parecido y se vino a aceptar la del señor Rico que traía letra del señor D. Bruno Escandón, pues no había aceptado aquél la letra que se les había dado. En otra parte se copiará la letra.

En el coro se colocó sobre una gran tarima, un órgano tubular, sistema moderno, construido en la Capital de la República por el fabricante alemán Sr. Alfredo Wolburg. Su costo fue de $8,000.00.

Para perpetuar a toda hora el recuerdo de la coronación, se mandó fundir una gran campana que como un monumento perenne recordará con su sonido el magno acontecimiento. Desgraciadamente, aunque estuvo reunido el metal, faltó algún elemento y la campana no estuvo a tiempo para ser consagrada el día 19 de mayo, como estaba proyectado, siendo consagrada después de la coronación por el Excmo. Sr. Arzobispo Ruiz. Fue fundida por el Sr. D. Enrique López, en el taller de fundición de su padre, el Sr. D. Enrique López, en el taller de fundición de su padre, el Sr. Antonio López, de Acámbaro, Gto.

Igual cosa sucedió con el piso del presbiterio, cuyo pavimento de mármol de Carrara, no pudo ponerse sino después de la coronación.

También quedó pendiente una cripta que para depositar restos de difuntos se construyó debajo de la capilla del Refugio, anexa al templo parroquial.

PREPARACIÓN PRÓXIMA

Antes de pasar a narrar los acontecimientos del gran día de la coronación, es preciso hacer mención de lo que se hizo para prepararlos.

El día 28 de octubre de 1938, una llamada telefónica del Sr. Prosecretario de la Sagrada Mitra, Pbro. D. Fernando Ruiz, dio a conocer al Párroco de Salvatierra, que en aquel momento (doce y media del día) era recibido en la Secretaría del Episcopado, el Breve Pontificio concediendo la coronación y el Sr. Arzobispo, al dar aviso, insinuaba la idea de que fueran echadas a vuelo las campanas. Así se hizo con júbilo, por tres veces repartidas en media hora, reuniéndose mucha gente atraída por la novedad de tan alegres repiques. Estas tres llamadas precedieron al canto del Te Deum, con que se dio gracias a Dios, que así se complacía en llenar los anhelos de los salvaterrenses.

No fue, sin embargo, sino hasta el día 25 de diciembre, cuando se dieron los primeros pasos hacia el arreglo de la solemnidad. Era preciso dar tiempo al Prelado para que hiciera sus insinuaciones y aprobara los proyectos que se tenían, antes de dar paso a su arreglo.

El mencionado día de la Navidad de Nuestro Señor Jesucristo, se tuvo, en el templo parroquial, una junta a la que fueron citados la mayor parte de los vecinos de la ciudad, por medio de elegantes esquelas. La junta estuvo muy concurrida, acordándose en ella distribuir el trabajo en comisiones, como se hace anualmente para la fiesta principal, bajo en comisiones, como se hace anualmente para la fiesta principal, agregando a las acostumbradas, dos comisiones de varones: una de propaganda y otra de recepción. A las señoras, por su parte, se les encomendó otras dos comisiones: la del banquete y la de la velada.

Para coordinar los trabajos de todas las comisiones se nombró una Mesa Directiva General, de la cual fue puesto a la cabeza el Sr. Pbro. Don Salvador Rodríguez, ayudado por sus respectivos Secretario y Tesorero.

La comisión de Propaganda acordó hacer un tiro litográfico de estampas de la Santísima Virgen; invitar a todos los Salvaterrenses residentes en diversos lugares y dar la noticia a todos los periódicos que fuere posible, para que sirvieran darle cabida en sus columnas.

La impresión de las Imágenes se hizo en los Talleres Litográficos “La Enseñanza Objetiva”, de México, y para afrontar los primeros gastos se cotizaron gustosos los miembros de la comisión y proporcionando sus firmas se repartieron la responsabilidad del resto del costo los Sres. D. Félix Almanza, D. Vicente Soriano, D. Rafael Albarrán y Dr. Rafael Flores.

Se hizo un tiro de diez mil estampas de un tamaño de 40 x 20 centímetros. Muy hermosas quedaron y se tuvo la satisfacción de que fue el primer trabajo en su género hecho en México. Se acordó darlas muy baratas buscando únicamente el mayor culto a la Sagrada Imagen por el conocimiento de la misma.

Pasados unos día, fue invitado nuestro Excmo. Prelado el Sr. Arzobispo D. Leopoldo Ruiz a venir personalmente para darse cuenta del desarrollo de los proyectos, antes de empezar a trabajar en realizarlos.

El Excmo. Señor tuvo la amabilidad de venir en coche el día 13 de enero de 1939.

Se tuvo desde luego la idea de que el acto de la coronación tuviera lugar fuera del templo, en el atrio; pero hubo qué desecharse este proyecto, tanto por evitar dificultades con la Autoridad, como porque en este caso, todas las personas que asistieran a la misa pontifical en el interior correrían riesgo de no poder salir, y se quedarían sin presenciar la coronación. Para evitar estas dificultades se tomó un término medio: coronar la Imagen en la puerta mayor del templo y así se hizo.

Se levantó a corta distancia del dintel una gran plataforma que serviría de presbiterio en el acto de la coronación; quitadas las hojas del cancel, se levantó sobre la plataforma un altar, bajo un cortinaje de terciopelo rojo y tisú de oro, con doble vista por ambos lados; la mesa del altar mayor, y en la parte posterior, que veía a la calle, había una escalinata forrada de paño rojo y protegida por barandilla de madera primorosamente tallada y dorada, que por medio de otras dos más pequeñas permitiría a los Prelados colocarse convenientemente para el acto de la coronación.

En medio de estas dos escalinatas más pequeñas, estaba colocado un artístico pedestal, en el que descansaba una nube de plata cincelada, que sostenía a la Imagen y que girando sobre un eje vertical permitiría, estando la Imagen dando frente al interior del templo, volverse hacia la calle y plaza, en el momento de ser coronada: como al fin se hizo.

No siendo suficiente la plataforma en que descansaba el altar, para contener al V. Clero asistente, separose una parte del templo destinada a recibirlo frente a la puerta, en el momento de la coronación, aislando esta parte por medio de una barandilla y cubriéndola con alfombra.

Cosa parecida se hizo para ampliar el presbiterio del altar mayo, nada más que allá no sólo hubo separo del terreno, sino elevación del nivel del suelo, igualándolo a la altura del presbiterio, por medio de madera. En esa ampliación habrían de colocarse los Sres. Obispos y Sacerdotes. Ambos lugares se cubrieron totalmente con alfombras nuevas.
(continuará…)

Tomado del “Álbum de la Coronación de
Nuestra Señora de la Luz”

Leyendas

Cómo se Hacían los Entierros en 1850

El tiempo todo lo cambia. Las generaciones se suceden perdiendo, poco a poco, el esplendor de sus costumbres. Cada oleaje revolucionario que pasa, va concluyendo con este o aquel sistema, con este o aquel capital y con muchos elementos que, a la postre, vienen a dar por resultado la desaparición total de muchas costumbres, que nuestros abuelos procuraron a toda costa perpetuar por muchos años.

Una de estas costumbres desaparecidas, con motivo de la revolución llamada “De Tres Años”, fue la que me ocupa, y que forma parte de esta obra, porque la presente generación, ni aún de oídas la conoce.

Como nuestros ascendientes cuidaron siempre de ser ante todo buenos cristianos, observantes de las obligaciones que habían contraído con el bautismo, no bien había algún enfermo en casa, cuando luego se procuraba traerle al sacerdote, a fin de que arreglase sus cuentas con Dios, sin preocuparles poco ni mucho a los familiares el aquello de que “Oiga doctor, no diga usted a mamá que está grave, porque se asusta”. No señor, se llamaba al padre y al médico a la vez, enseguida al notario; terminando éste sus oficios, ya estaba el sacerdote con el sagrado viático, quedábase allí para ayudar a bien morir al enfermo, rezando los primeros sufragios y consolar a la familia.

Al día siguiente se llevaba el cadáver al templo, se le decía su misa de cuerpo presente y volvía el difunto a su casa. Terminado el tiempo prudente o antes, si el cuerpo se descomponía, era llevado al cementerio del modo siguiente:

Reunidas en la casa mortuoria las familias que por parentesco o amistad deberían formar el acompañamiento, eran obsequiadas por los familiares del difunto, con limones, limas, perones o guayabas, adornados con una rosa de albahaca, Jericó o rosa té, y simétricamente colocados algunos clavos de especie. Esto era, para evitar el mal olor que despedía el cadáver, aunque entonces se decía que era para que no se les pegara el cáncer.

Salía el cadáver por delante sin coronas, porque estaba prohibido por la iglesia, por ser costumbre pagana, siguiendo el acompañamiento a pie con ceras encendidas, seguía el sacerdote con capa y acólitos, si el difunto era de posibles, y si no, revestido de sobrepelliz; y en tal caso no había acólitos, sino que el sacristán llevaba el acetro; pero en todo caso, el cantor no debía faltar, quien al salir el cortejo, entonaba el De Profundis, y por toda la estación continuaba respondiendo a los responsos, mientras se enterraba al difunto, hasta terminar la jornada con el Requiescat in pace, última saeta penetrante para los dolientes.

De este modo se moría y de este modo se enterraba a mediados del siglo antepasado.

El Catrín del Diezmo

José Antonio salía del “Cine Rex”, era jueves por la noche y se había quedado a la segunda función. A la repetición, como se decía entonces. Cruzó la Calle Hidalgo para llegar al Jardincito del Diezmo, que todavía tenía aquellas altas casuarinas. Topó con un joven ya maduro elegantemente vestido, aunque a la usanza antigua, le extrañó que no había ninguna fiesta en el “Club de Leones”, para que aquel joven anduviera de traje. José Antonio tomó la diagonal del jardín rumbo a la Calle de Colón, pues vivía en el Barrio de San Juan. El joven le preguntó la hora, caminando juntos por el jardín platicando de la película que habían exhibido en el cine, al llegar a la planta de la luz, José Antonio se distrajo un momento y al voltear a ver al joven, éste había desaparecido.

A principios de 1864 llegó a esta región un destacamento de soldados franceses y venía con ellos un civil de nombre Pierre, era comisionado del Gobierno Francés, encargado de vigilar y supervisar a los jefes políticos de esta comarca. El joven y apuesto personaje al llegar a Salvatierra, de inmediato despertó interés entre las damas de sociedad de aquél entonces.

Vivían en la casa que forma esquina con el jardín, dos bellas hermanas: Dolores y Graciela Sándi. La primera estaba casada con un rico agricultor de la región, que por sus actividades pasaba largas temporadas en su hacienda. Graciela estaba soltera, era una hermosa chica casadera.

El francés se enamoró de Graciela a primera vista. Las subsecuentes noches los nuevos novios platicaban en la ventana de su alcoba que daba al jardincito, así pasaron los días y algunos meses. Una de esas veces Graciela introdujo a hurtadillas a su enamorado a la casa, pasando toda la noche juntos en su recámara.


Al día siguiente, los enamorados volvieron a repetir su acción, pero llegó Dolores y convenció a su hermana de compartir los favores del joven con ella. El arreglo duró solo algunos días porque de improviso se presentó el marido de Dolores. Estas, asustadas y en su desesperación por no ser descubiertas dieron muerte al enamorado, diciéndole al señor de la casa que había penetrado en ella con la intención de robar.

De vez en cuando el francés busca a sus amantes, en las ventanas que dan al Jardín del Diezmo, hoy Plazuela 2 de Abril.

Las Misas de Medianoche en San Francisco

La noche era plácida ese mes de octubre de 1963. El Padre Fray Eliseo Ruiz se desvelaba como lo venía haciendo desde hacía algún tiempo, estudiando y poniendo en orden el archivo histórico del convento, cuando oyó que la campana mayor de la torre llamaba a misa. Eran pasadas las doce de la noche. El Fraile salió de su celda y se dirigió a la torre a ver por qué sonaba la campana. No encontró nada, pero alcanzó a ver que un grupo de personas se habían juntado en la puerta del atrio esperando entrar a misa.

Al día siguiente mencionó el hecho desde el púlpito, se disculpó por no haber abierto la puerta, les dijo que desde los tiempos de la colonia sucedía esas cosas. Desde entonces la Mitra había encargado a un comisionado para que investigara los extraños sucesos que se daban en el convento, así como las supuestas misas de media noche que se celebraban en el templo, cosa que nunca se logró esclarecer.

Una antigua crónica narra que cuando fue guardián del convento, Fray José Méndez, párroco y juez eclesiástico a la vez del partido de la ciudad de Salvatierra, la inquisición intensificó sus pesquisas buscando sospechosos por actos contra la fe. La comisaría de este temido tribunal, la tenían precisamente los frailes franciscanos, lo que obligaba a los vecinos a que trataran a toda costa, no caer de la gracia de los comisionados, intensificando sus limosnas y donativos.

En estas circunstancias, un sacerdote residente del convento de nombre Fray Antonio de Balbuena, solicitaba a la feligresía que pagaran en vida sus misas gregorianas, para que cuando murieran se las celebraran sin ningún trámite y pasar de inmediato a gozar del reino de los cielos. Muchos fieles acudieron al llamado del religioso, pero éste nunca celebró las misas que tenía por encargo.

Desde hace ya mucho tiempo se oyen las campanadas llamando a misa, muchos han asistido a ellas en diferentes épocas, se han visto rodeados de personas que desaparecen al terminar la celebración. Algunos de la impresión de ver que al sacerdote no se le ve la cara, han quedado desmayados. Pero él sigue celebrando las misas que tenía por encargo, a ella asisten los que se las mandaron celebrar.

Leyendas Tomadas del Libro: “Leyendas, Cuentos y Narraciones de Salvatierra, Recopilación” de Miguel Alejo López

Narraciones

“El Sindicato de Pendejos”
(Algo para Reír)
Por : R M P

Pocos saben que allá por la década de los años 60, había aquí en Salvatierra una agrupación formada por nuestro amigo Tacho Manjarrez y los amigos de la vacilada de aquellos tiempos, que bautizaron con el nombre de “SINDICATO DE PENDEJOS”. Desde entonces, Tacho venía fungiendo como el Secretario General de dicha agrupación. Recuerdo que siempre que me encontraba en la calle me decía: “¡Vamos, Mújica, anímate!”, tú tienes madera de líder. Tú nos puedes representar a las mil maravillas, muchas veces te he invitado, pero tú no te decides. Mira, necesito que vayas para que les hagas un exámen a mis afiliados a ver cómo andan en sus estudios, porque yo creo que de pendejos no pasan.

Tanto me insistió que un día del mes de enero del año 2002, que fue día de asamblea me presenté. Por supuesto ellos ya me esperaban pues Tacho se los había comunicado. Me recibieron con un aplauso y Tacho me hizo sentar en el Presidium. A continuación Tacho leyó la Orden del día: 1º. Lectura del Acta de la Asamblea anterior. 2º. Informe del Secretario General. 3º. Exámen General por nuestro invitado, y 4º. Asuntos Generales.

Aprobado que fue el primer punto, se pasó al siguiente. Tacho se puso de pie y a quemarropa dijo: “Camaradas, ustedes ya me conocen que no tengo pelos en la lengua. Lo que tengo qué sentir se los digo en sus bigotes aquí en las asambleas. Yo se perfectamente bien que algunos de ustedes se han expresado muy mal de mi en las plazas y en las cantinas diciendo que yo ya soy un Fidel Velázquez de la CTM, que soy eterno líder, que seguramente no quiero soltar el “hueso” porque me gusta sentirme prepotente y porque me queda dinero. Todo esto me molesta mucho. Varias veces he querido renunciar, pero ustedes considerándose más pendejos que yo para ocupar el cargo, me han reelegido infinidad de veces.

Entonces para qué se hacen pendejos. Por otra parte, ustedes saben bien que nuestra agrupación no recibe subsidio alguno de parte del gobierno; ni ustedes dan cuotas sindicales, entonces no hay derecho de que se porten de esa manera. Lo que pasa es que muchos de ustedes nomás hablan a lo pendejo y a lo “güey”. Pero en este caso se pasan de la raya, porque han dicho que yo soy un pendejo del montón. Pero sépanlo que yo no soy cualquier pendejo; soy un grandísimo pendejo, porque si no lo fuera, no sería su representante. Es decir: yo soy mucho más pendejo que ustedes porque tengo qué meter mano a mi bolsa para sostener el sindicato, porque como ya lo dije: ustedes no dan ni cinco centavos por concepto de cuotas para el sostén de la agrupación.

Entonces, uno de los asistentes habló diciendo: “Usted no se fije camarada, yo propongo borrón y cuenta nueva. Está bien, -dijo Tacho, sigamos adelante, tienen ustedes la palabra. Como pasaban ya algunos segundos y nadie pedía la palabra, Tacho dijo: “ya ven bola de pendejos. Nada han aprendido de lo mucho que yo les he enseñado. A ver Pánfilo García ¿qué nos puedes decir?, habla sin miedo”. -Pánfilo se puso de pie y dijo: “ Es pendejo el que atesora dinero sin gozarlo en este mundo. Se muere, la vieja se casa con otro vato y éste es el que se da la gran vida””. Pero también es pendejo el que gasta todo su dinero; llega a viejo, pobre y enfermo. Anda por las calles pidiendo limosna y finalmente muere en un basurero”.

Hubo silencio, luego Tacho se puso de pié y dijo: “Camaradas, este paquete lo siento muy grueso para mi, me siento incompetente para opinar.” -Entonces Baldomero en tono burlón gritó: “¡No cabe duda, nuestro Secretario General es un pendejo!” –Otro gritó desde su asiento: “Más que pendejo, es un “güey”. –Yo esperaba que Tacho reaccionaría en forma enérgica ante aquellos insultos, pero lejos de eso, soltó una fuerte y sabrosa carcajada, que nos contagió a todos… Luego dijo: “Así me gusta, que me digan lo que soy. A mi no me gusta que me hagan la barba. Los felicito por su valor civil”. -Enseguida dijo: “Bueno, como ya estamos en pleno exámen, ¿Qué opina usted camarada Mújica? –Entonces me dije yo: -Estos cuates ya me echaron el toro encima.

Como todos habíamos reído por la burla hecha a Tacho, yo me puse de pie y todavía con la risa en la boca, me serené y dije: “Bueno camaradas, el dilema planteado por Pánfilo no está sencillo; sin embargo se me ocurre esta fórmula: NI TAN, TAN, NI MUY, MUY. NI TANTO QUE QUEME AL SANTO, NI TANTO QUE NO LO ALUMBRE. ES DECIR, COMO DICE EL TANGO ARGENTINO: “TODO A MEDIA LUZ” Porque todos los extremos son malos. -¡Bravo! –Gritó casi toda la totalidad de los asistentes… Secretario General: límpiese las lagañas… Tacho reía incontenible, luego dijo: “Ya ven pendejos. Lo que ustedes no saben es que yo fui el maestro de Mújica pero como él siguió estudiando, ahora él me la gana, pues tiene Maestría y un Doctorado sobre comportamientos sociales. Pido para él un aplauso”, -todos aplaudieron. Yo agradecí aquella demostración de aprecio.

Lo anterior me obligó a decirles unas palabras, que fueron éstas: “Camaradas, gracias por haber sido de su agrado la fórmula propuesta. Sin embargo, no por ello pueden ustedes concederme el título de hombre menos pendejo que ustedes; pues yo confieso que en la vida he metido los dos pies en los charcos lodosos de la estupidez por varias veces, habiendo yo obrado como un triste pendejo y eso me ha causado gran desilusión de mí mismo. De manera que no vayan a tomarme por lo que no soy. Es decir: por un hombre sensato”.

-Terminando de decir lo anterior, Tacho se puso de pie diciendo: -Sigue el exámen. –Entonces un hombre menudito de nombre Cosme se puso de pie diciendo: “Compañeros, yo les pregunto: ¿Cuántos son los pecados capitales?” –Nadie le contestó. Lo que obligó a Tacho a responderle: “Camarada Cosme, ni yo mismo sé cuántos son, yo creo que son muchos…” -Cosme sonrió diciendo: “Ni como pendejos dan ustedes el kilo”. -Era curioso ver a este hombrecillo, con sus ojos saltones como ratón de cocina.

Yo ya conocía de vista a este hombre. Muy católico, siempre se le veía caminar aprisa con un libro debajo del brazo y un rosario en las manos. Como todos callaban me puse yo de pie y con alguna amabilidad dije: “Los pecados capitales son siete, a saber: soberbia, lujuria, pereza, avaricia, ira, envidia y gula. -Bien dicho –dijo Cosme-, ahora vamos a interpretarlos. –Entonces se puso de pie Tacho diciendo: “Camarada Cosme, está muy largo el tren. No nos alcanza el tiempo…

Entonces yo me atravesé diciendo: “Bueno, se puede acortar el tiempo, vamos a principiar. Seguí yo en uso de la voz con este razonamiento: En mi concepto todos aquellos que abren su mente y su corazón para dar entrada a los siete pecados capitales, son los pendejos más pendejos de este mundo traidor y pasan los años y ellos siguen siendo los mismos, siempre sumergidos en los placeres y en toda clase de perversidades, sin arrepentirse nunca, llegan a morir y al despertar después de su muerte, sus tendencias se vuelven aún más fuertes y como ya no pueden obrar en la misma forma, se convierten en íncubos o súcubos y en espíritus errantes y malignos en beneficio de la causa de Satanás.

Por ejemplo, ¿Qué nos puede decir nuestro camarada Cosme del pecado de la soberbia? –Mucho, -respondió al instante. El Catecismo Cristiano nos dice: “La soberbia es el pecado más grande de los siete pecados capitales. El diablo o Satanás fue el primero en incurrir en este tremendo pecado. Él y todos sus seguidores se rebelaron en contra de su creador. Entonces nuestro Padre Dios, llamó al Arcángel Miguel, lo revistió de poderes inmensamente más superiores, que los poderes de Luzbella, que así se llamaba en principio este pendejo ser, y en un punto del universo se encontraron los dos ejércitos frente a frente. Entonces Luzbella (Satanás) dijo a San Miguel Arcángel: “QUIÉN COMO YO… EL ARCÁNGEL MIGUEL LE RESPONDIÓ: QUIÉN COMO DIOS…” Y “mangos”, empezó la batalla.

En pocos segundos todos los disidentes, desde Luzbella hasta el último de sus seguidores, fueron derrotados completamente y arrojados a una tenebrosa dimensión llamada el Infierno. Siendo ellos, toda hermosura, se convirtieron en seres horribles, abominables y enemigos de Dios y de todas sus criaturas humanas. Por eso, todo aquel que contrae el pecado de soberbia, es ni más ni menos QUE UN TRISTE PENDEJO COMO LO ES EL ATEO, el incrédulo y todo aquel que no guarda los 10 mandamientos de la Ley de Dios.

Como la Asamblea iba para largo rato Tacho Manjarrez trató de hacerla menos extensa diciendo: “Camaradas: dejemos para la próxima asamblea el estudio de los otros seis puntos capitales; a fin de que los demás expongan sus puntos de vista sobre la pendejez humana”. -Todos aceptaron esta moción y se pasó adelante. Tacho dijo: “Camaradas, indiquen los nombres de algunos grandes pendejos de la Historia antigua y moderna. Ya saben, estamos tomando nota para las calificaciones. Demetrio Moreno gritó: Nerón fue un pendejo. Mandó incendiar la ciudad de Roma y luego se suicidó.

-Otra voz dijo: “Napoleón primero, trató de dominar al mundo y murió preso y pobre, fue un pendejo”. -Enseguida habló otro camarada diciendo: “Don José López Portillo fue un lindo pendejo. Amasó una fortuna colosal con dinero de la Nación y toda se la dio a otra vieja que no era su esposa. Murió pobre y aborrecido de sus hijos”. Luego Miguel Saldaña un poco corajudo dijo: “Siento decirlo, pero otro pendejo de triste memoria lo fue Luis Echeverría Álvarez. Mandó matar a muchos estudiantes y gente pacífica que agarró en la calle la balacera. Según las revistas independientes, Echeverría fue un archiasesino. Además despilfarró miles de millones de pesos en viajes por muchas naciones del mundo”.

-Luego Hermenegildo Miranda dijo: “Son pendejos todos los vende patrias; los que empobrecen a la nación, cambiando sus fortunas en dólares y depositando estos recursos de la nación mexicana, en los bancos extranjeros. Asimismo todos aquellos gobernantes que han sumido a la nación en la pobreza por los grandes empréstitos en miles de millones de dólares, que apenas se pueden pagar los intereses a los Bancos extranjeros, que ponen en peligro nuestra soberanía nacional. Pero nadie les pone UN ALTO A LOS PRESIDENTES, los dejan hacer lo que les dé la gana, ni los diputados, ni los senadores, ni los generales dicen nada, de tal manera que en México, el mejor negocio es dedicarse a la política”.

-Como la asamblea se estaba poniendo muy caliente, don Tacho se puso de pie y exhortó a sus camaradas para enfriarlos un poco. Con la debida solemnidad dijo Tacho Manjarrez en su calidad de Secretario General: “¡Basta con los ya nombrados! Pues deben saber ustedes que expresarse en esa forma de los poderosos, de los que tienen el sartén por el mango, es mucho muy peligroso. ¡Cuidado con los intocables! Se corre el peligro de ser asesinado como le pasó a Manuel Buendía y a que se nos cancele el registro de nuestro sindicato”. -Entonces un tanto colérico, se atravesó Telésforo Medina diciendo: “Oye Tacho, yo te creía más hombrecito, pero veo que eres una gallina. Está bien que seamos pendejos, pero no miedosos. Vamos a buscar la fórmula para que nuestros gobernantes sean más patriotas y liberen a México de la vergüenza de ser el país más endeudado del mundo”.

-Entonces Tacho le respondió: “No existe una fórmula alguna para curar este mal”. –¡Ah!, ¿conque no existe ninguna forma para resolver este problema? Cómo eres Pendejo, para todo hay maña, menos para no morir. -Tacho, como siempre se empezó a reír de tan buena gana, que ya empezaba a contagiarnos a todos, pero de pronto se puso serio y dijo: “¡Oye Telésforo! ¿Estás loco o borracho? A quién se le ocurre ponerse a las patadas contra el gobierno. Es decir, con los que tienen el dinero y los recursos represivos para someter a cualquiera. A ver Telésforo, venga esa fórmula…”

-Telésforo ya muy irritado y en tono desafiante: “Mira Tacho, yo no creía que fueras tú más pendejo que yo y esto te lo voy a demostrar enseguida. Por ejemplo: México puede contratar un grupo de especialistas en el arte de gobernar. No para que roben a la nación sino para que la levanten, ya sean japoneses, norteamericanos o alemanes, con sus respectivos gabinetes, para que tomen posesión de la dirección del país. Yo te aseguro que en dos sexenios son capaces de transformar a México. Para esto, se necesita mandar al demonio a todos los partidos políticos. Echar fuera de las cámaras a todos los diputados y senadores parásitos, que no sirven para nada. Toda esta pléyade de zánganos quedarían fuera de los asuntos de la nación. Sí Tacho, como lo oyes, yo te aseguro que en un corto tiempo, el mexicano no tendría necesidad de pedirle a nuestros vecinos del norte una limosna de trabajo”.

-Esta vez, Tacho sí se puso serio y cortó bruscamente al de la voz, diciendo: “¡YA BASTA, TELÉSFORO!, no seas ofensivo, que sea la última vez que abordas este tema aquí en nuestras asambleas. Continuemos en lo que sigue. Vengan ya las calificaciones. –Como yo las iba a aplicar, me puse de pie diciendo: “Camaradas, veo en ustedes bastante aprovechamiento en sus estudios de la vida en varios de sus campos, particularmente en Sociología, Economía, Política y Civismo; avance muy superior a los obtenidos por los Alcohólicos Anónimos y Neuróticos también Anónimos. Ya que en estos, en sus asambleas o reuniones solo tratan de sus defectos personales, oliendo todo eso a masoquismo un tanto enfermizos, cuando lo que necesitan para curar sus males, es hacer uso del poder de su voluntad para quitarse sus malos hábitos.

Y si esos males persisten, entonces hay que buscar el remedio en algún Grupo de Renovación Carismática, allí los cura gratis y en poco tiempo el Espíritu Santo. Sólo tienen que orar, bailar y entonar alabanzas al Señor. Bueno, concretando; todos los que hablaron tienen un 10 de calificación y los demás aunque no hablaron, les concedo un 8. Es decir: TODOS ESTÁN APROBADOS. En cuanto a su Secretario General, mi muy grato y fino amigo Tacho Manjarrez, él merece Mensión Honorífica por ser uno de los dirigentes más competentes y modestos de todo el Estado de Guanajuato. Y aquel grupo de amigos, quedó tan contento por los resultados finales que la mayor parte corrieron, abrazaron a Tacho y a mí, me felicitaron por mi participación en aquel evento sindical.

-Tal vez esta fue la última asamblea de tan singular agrupación, pues desde el 2004 ya no he vuelto a ver a mi amigo Tacho. No se si murió o cambió de residencia. En cuanto a los amigos que integraban el sindicato, unos se han muerto. Otros se fueron de “mojaos” para el vecino país del norte, etc. Total, esta agrupación se acabó. A veces a mi me dan ganas de reorganizarla con nuevos elementos de esta generación. Sin embargo es muy difícil, porque casi todos se consideran menos pendejos que los demás… Cuando muchas veces el que triunfa es el que sabe servirse de la bandera de pendejos precisamente para fregar a los vivos.

Si alguna vez usted se llega a animar a resucitar esta agrupación, cuente con mi colaboración. Desde este momento la oferta queda abierta y en pie. Yo les aseguro que las enseñanzas que imparte esta Institución son provechosas, pues tienen su fundamento en la Filosofía Socrática, que enseña que en este mundo nadie es sabio, excepto Dios Todopoderoso. Decía: “Me dicen mis paisanos griegos que yo soy el hombre más sabio de Grecia, y yo les respondo que están equivocados, porque yo soy un pendejo que no sabe nada”. Si de este modo son estas cosas, claramente podemos entender, que no hay mejor remedio para curar el orgullo, la soberbia, la prepotencia y todos los vicios inducidos por don “Sata”, precisamente es por creerse, no ser pendejo, cuando de hecho lo es.

En definitiva, estas nuevas teorías, pueden catalogarse como un nuevo evangelio para que se hagan más humanos los hombres ambiciosos, los que avasallan el mundo con su poder y su dinero cuando todas estas cosas no valen nada en la otra dimensión que nos espera, sino todo lo contrario, nos servirán para la propia condenación espiritual. Pero de un modo o de otro: ¿Te gustó el tema? ¿Acaso no estuvo divertido? Solo queda por decirte que esperes con alegría las próximas fiestas de este mes de mayo, mes de María y mes de nuestras peregrinaciones a la Virgen Santísima de la Luz, que veneramos en su Santuario Diocesano de nuestra querida Ciudad de Salvatierra.

Libro

HISTORIA DE LA MÚSICA POPULAR MEXICANA
Yolanda Moreno Rivas

Desde su aparición, en 1979, Historia de la Música Popular Mexicana fue saludado como un texto pionero. Se trataba de la primera vez que una autoridad reconocida en el tema se daba a la tarea de ordenar y explicar el vasto panorama de la música mexicana, desde sus orígenes novohispanos. Para escribir esta obra, Yolanda Moreno Rivas, dueña de una larga trayectoria como periodista e investigadora de temas musicales, se enfrentó a la escasez de testimonios, fuentes y referencias. Como ella misma escribió: “tal pareciera que la vida de la música mexicana ha transcurrido en el vacío”.

Tal vez, ningún crítico antes que la autora se había dedicado con tal pasión a estudiar la música popular. Moreno Rivas revisó archivos personales de músicos y coleccionistas, encontró partituras olvidadas, volvió a escuchar discos antiguos y rescató artículos y reportajes de las hemerotecas. Así, armado de una notable documentación, este libro aborda temas tan complejos y polémicos como el mestizaje y el nacionalismo.

Amena, anecdótica, rigurosa e informada, Historia de la Música Popular Mexicana es, sin duda, una lectura que, con el transcurso de los años, no ha dejado de tener vigencia. Aquí aparecen los sones populares que alarmaron a la Inquisición, a lo largo del siglo XVIII; transcurren las melodías del porfiriato, con sus valses y sus chotises; irrumpen los corridos y las soldaderas con sus canciones revolucionarias; y se presentan las revistas teatrales con sus fox trots.

La autora hace un recorrido por los escenarios de la música popular y por sus figuras más importantes: el cine, el radio, la televisión; Pérez Prado y el mambo, los salones de baile y el danzón, la música campirana y su llegada a la ciudad; las múltiples influencias de nuestra música; el humor y el sentimiento; el rock & roll y la balada romántica. Prácticamente, ningún aspecto escapa a la mirada crítica de Yolanda Montero Rivas, quien logra organizar y explicar el extenso panorama de nuestra música.

Acompañan a esta nueva edición una presentación del musicólogo Juan Arturo Brennan y una iconografía realizada por Mónica Barrón.

Yolanda Moreno Rivas
(1934-1994)

Fue musicóloga, investigadora y crítica musical. Se destacó como columnista de La Cultura en México, suplemento de la revista Siempre! Durante varios años trabajó en el Centro Nacional para la Investigación, Documentación e Información Musical Carlos Chávez (Cenidim) Además de su Historia de la Música.

Además de su Historia de la Música Popular en México (1979), escribió Los Rostros del Nacionalismo en la Música Mexicana (1989) y La Composición en México en el Siglo XX. Su valiosos archivo personal está bajo resguardo del Cenidim, en donde puede ser consultado.

De manera muy general, hay ciertos círculos culturales y musicales de México en los que se tiene una visión demasiado simple de la figura, el trabajo y la herencia de Yolanda Moreno Rivas. No es extraño en ocasiones, a la mención de su nombre, la reacción sea, después de una larga pausa: “Ah, sí, la que escribía sobre música”.

El concepto no es ni descabellado ni erróneo. Simplemente, es muy incompleto. En efecto, Yolanda escribía sobre música, y vaya que lo hacía muy bien. Pero además de ello, dejó huellas duraderas en nuestro ámbito musical a través de una actividad mucho más rica y variada que rebasó con creces la mera redacción de textos sobre temas musicales. Esas huellas, con su carga ya plenamente reconocida de trascendencia, tienen como centro fundamental la ardua y rigurosa labor de Yolanda Moreno Rivas en el campo de la crítica musical.

A lo largo de los años en publicaciones diversas (destacando de manera singular sus colaboraciones en el suplemento cultural de la revista Siempre!), Yolanda abordó un espectro muy vasto y muy variado de temas, a los que aplicó un oído de largo alcance, un intelecto profundo, una pluma tan hábil como ácida en ocasiones y, sobre todo, un admirable sentido crítico en el que estaba incluida una importante y noble vertiente didáctica y de comunicación, en el mejor sentido del término.

Una prueba absolutamente irrefutable del valor del trabajo crítico de Yolanda Moreno Rivas está en el hecho de que sus textos solían causar reacciones categóricas, en pro o en contra, pero nunca se encontraron con la indiferencia. Sí, en más de una ocasión Yolanda postuló tesis altamente incendiarias, así como defendió posiciones de alto riesgo y realizó propuestas temerarias. Invariablemente, lo hizo con argumentos sólidos y bien formulados, y siempre desde una posición bien informada y respaldada por su amplia experiencia y sólida reputación.

El aspecto inmediato, cronológicamente tópico, del trabajo de Yolanda en el campo de la crítica, fue complementado de manera ideal con su labor musicóloga, que en razón de su origen e intención tiene de manera natural una vida más prolongada y, al paso del tiempo, un impacto más profundo. Ensayos, libros, investigaciones diversas, dan cuenta del fino intelecto de Yolanda Moreno Rivas, que en este campo fue aplicado casi invariablemente a temas de música mexicana, en la que se convirtió en una experta indiscutible.

Varios de sus trabajos en este ámbito fueron realizados durante los años en los que fue colaboradora del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Musical (CENIDIM), dependiente del Instituto Nacional de Bellas Artes. Es indispensable anotar aquí que los trabajos musicológicos de Yolanda fueron concebidos, siempre y desde el principio, no como textos de alta sofisticación, solamente aptos para el consumo de los especialistas, sino que en su origen mismo llevaban la sana intención de la divulgación.
Juan Arturo Brennan


LA MÚSICA EN TIEMPOS DE DON PORFIRIO:
El Esplendor del vals romántico

La Colonia

Cuando los historiadores de la música mexicana se refieren a los inicios de la música popular mexicana se remiten por unanimidad al año 1786 como la primera aparición pública y notoria de los famosos “sonecitos del país” durante el virreinato de don Fernando de Gálvez, o sea veinticuatro años antes del Grito de Dolores.

Según relata Olavarría y Ferrari en su Reseña histórica del teatro en México, en el Gran Teatro Coliseo de la Metrópoli las autoridades se vieron obligadas a acceder a una petición general: incluir al lado de las tonadillas españolas los populares “sonecitos del país”. Gracias al anhelado permiso, aquel público, ávido de escuchar música propia, pudo disfrutar con su dotación habitual de violines, arpa, mandolones, salterios y guitarrones la música que desde hacía más de un siglo ocupaba el primer lugar en las preferencias de los nacidos en el país. La afición por aquellos cantos y bailes había simbolizado por largo tiempo una actitud independentista, y así lo consideraban los comerciantes, terratenientes y la nobleza criolla. Los más alarmantes sucesos apuntalaban sus temores: los brotes independentistas se sucedían unos a otros, los levantamientos y sublevaciones en Nayarit, Santa Fe y el célebre complot de los Machetes de Orizaba eran el preludio de una revolución general.

Fuese como fuese, las indispensables graciosas, cantantes y bailarinas como José Morales el “Bicho” y María Loreto Rendón, que dispensaban sus representaciones de sones populares al público, llegaron a recibir el fabuloso sueldo de mil pesos anuales. La aceptación y práctica de las canciones populares en las clases altas del país venían de mucho tiempo atrás; aquellos sones que se tocaban, cantaban y bailaban en diferentes regiones del país eran mucho más conocidos de lo que actualmente podríamos imaginar.

En el método para cítara de Sebastián de Aguirre publicado en 1650, citado por Gabriel Saldívar, aparecen un sinnúmero de formas bailables que ilustran la mezcolanza que existía durante la Colonia en materia de canto y danza. Aparecen ahí revueltos tocotines, el huasteco, un panamá portorrico de los negros, chiqueador de la Puebla, zarabanda, pavana, vascas, balonas, jácaras, torbellinos y chaconas.

Ya desde los inicios de la época colonial, cronistas e historiadores señalaron la omnívora disposición de la sociedad para consumir música en saraos, fiestas y representaciones. Músicos importados directamente de la metrópoli se encargaron de proporcionar la única clase de diversión aceptable a esta sociedad rentista y ociosa: la música que, viniendo de España, les recordará su origen y lealtades peninsulares. Pronto surgieron variantes, nuevas formas a partir de las que habían traído consigo los españoles. Ritmos diferentes, melodías novedosas, nacieron en el ambiente americano. Pronto se utilizó el nombre genérico de “sones” para todo lo producido en el país.

El Mestizaje Sonoro

El nacimiento de los estilos nacionales

La música española, base y sostén de no pocas de las costumbres coloniales, se vió amenazada por una incontenible ola de música original. Las seguidillas, fandangos y zapateados se convirtieron en gustadísimos jarabes, jaranas y huapangos. Con el correr del tiempo, aquellas danzas y canciones de mestizos, negros, mulatos y “gente quebrada” provocaron la desconfianza, la sospecha y finalmente la abierta persecución. La iglesia condenó acremente todos aquellos cantos provocadores de “lascivias canallescas y las más animalescas actitudes”: jarabes, sones, gatos, rumbas, danzones, habaneras y huarachas cayeron bajo la condena secular. Para evitar una temida corrupción de costumbres, se negó sistemáticamente el permiso para organizar danzas y fiestas.

A pesar de las prohibiciones, “las impudicias de los cantos populares” llegaron hasta los mismos templos; un sacerdote se quejó de cómo al estar oficiando “el organista atacó con estruendo, en plena elevación, el ‘Son del pan de manteca’”. Las medidas represivas para contrarrestar este insultante espíritu festivo fueron enérgicas. En 1779 el virrey Bucareli sentenció a seis meses de cárcel a los músicos que tocaran en las escuelas de danza en donde se aprendían esos sones, y finalmente, en 1800, el virrey Marquina prohibió definitivamente la asistencia a dichas escuelas.
(continuará…)

Rincon para niños

La Envidia y la Gloria

“Desdichada de mí, dijo la hoguera,
siempre el humo me sigue donde quiera,
y envuelta entre sus sombras me consumo”.
Al escucharla el humo,
-”Odio, le dijo, tu fulgor brillante,
y te he de oscurecer a cada instante.”
-”Aparta, por piedad, tu sombra oscura,
dijo entonces la hoguera con ternura,
yo nunca te ofendí, ¿Por qué me humillas?”
-”Que yo aparte mi sombra, ¡qué locura!
Te odio, contesta el humo, porque brillas”.

Esto pasa, lectores, en el mundo;
abrid, si lo dudáis; abrid la historia;
la envidia siempre, con rencor profundo,
porque la ve brillar sigue a la gloria.

El Labrador y el Asno

Un generoso labrador un día
se condolió en el alma, del destino
del mísero pollino;
y a un asno que tenía
“cese, dijo, mi horrible tiranía;
libre serás desde hoy, independiente”
Y en tanto que decía,
acaricióle el cuello con ternura
y el razonal desatóle complaciente.
Agradeciendo el asno la finura,
saltando se alejó por la llanura,
a pastar en los campos libremente.
A la tarde siguiente,
hallóle el labrador en la pradera,
y al mirarle tan triste y angustiado,
y al escuchar su queja lastimera,
“¿Qué tienes, preguntó, qué te ha pasado?”
-”Estoy muy enojado,
le contestó el jumento,
expresando en rebuznos sus congojas:


Fábulas de José Rosas Moreno



“Tú de tu hogar me arrojas,
y ya no quieres darme tus regalos.
(Así llaman los burros a los palos.)
“¿Qué causa he dado a tu fatal desvío…?”
¡Ay! ¿Por qué tu cariño me enajenas?
Muchas palizas buenas
tu padre daba al mío.
Qué ¿no corre su sangre por mis venas?
Por más que me desprecies ¡vive el cielo!
soy igual a mi padre y a mi abuelo”.
El dueño entonces con furor se agita;
la libertad le quita;
“Y, pues quieres, prorrumpe, tratos malos
y que el azote vibre,
vuelve a la esclavitud, vuelve a los palos,
porque tú eres indigno de ser libre.”

El servilismo amando por costumbre,
dura lección el asno nos ofrece;
pues también a los hombres envilece
el hábito de infame servidumbre.

Puñal de Piedra

Al Río Lerma

Puñal de piedra de mortal sequía
clavamos en la sombra de tu pecho,
llora la aurora por lo que hemos hecho,
pues se muere contigo la poesía

de los huertos y campo y serranía.
Herimos tu hermosura y a tu lecho
volvimos, con tristeza, un barbecho
de sombras grises y de roca fría.

No florecen los lirios ni las rosas
en tus riberas, por demás tan bellas,
ni se admira el volar de mariposas

ni se quiebran luceros con estrellas
en el vaivén de tus olas hermosas
en tus noches de gloria de epopeyas.

Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón



Jesús, yo Confío en Ti

Te adoraré, Dios Padre Omnipotente
y a Jesucristo nuestro Redentor
te adoraré Dios Espíritu Santo
tres veces Santo, Eres el Amor.

Te adoraré Jesús Sacramentado
Dios transformado en el Vino y el Pan
que por nosotros del Cielo has bajado
para otorgarnos la felicidad.

Te alabaré por la vida que acaba
por la que llega y acaba de nacer
Sólo el Señor, es el que da la vida
y sólo Él, la podrá recoger.

Por el amor tan grande que les tienes
a todos los hombres y a toda mujer,
te hiciste hombre y sufriste el martirio
para que nadie se pueda perder.

Te adoraré porque Tú lo mereces
que todo lo que tengo, te lo debo yo a Ti,
y en mis angustias, alegrías y tristezas
gritará mi alma. ¡Jesús, yo confío en Ti!

R H R

¿Vida, Quién Eres Tú?

Sólo un anhelo tengo:
que llegue un día en que viva eternamente
para alabar y bendecir al Señor…

Mientras, pregunto a la vida:
“Vida, ¿quién eres tú?”
-Soy la guerra, el hambre y la peste,
soy lágrimas y llantos,
soy risa, fiesta y gozo;
soy paz, fruto del amor
y de la vida de los hombres y de los pueblos.

-Soy la abundancia simbolizada
en las bíblicas espigas granadas.
Soy la alegría por cada niño que nace.

Vida ¿qué sentido tienes tú?
El sentido te lo dio Cristo:
padecer y morir, para entrar en la gloria;
o padecer y no morir para
poder colaborar con Cristo en la salvación
de los hombres.
Vida, así: eres dolor gozoso;
eres Don Sufrimiento alegre.

“Vida, ¿quién eres tú?”
-Soy gozo completo para el que vive la vida
como Él la vivió.
-Soy la felicidad anticipada y preanuncio
de la felicidad eterna para los que aman
como Cristo nos amó.

Vida, así: eres dolor gozoso;
eres Don Sufrimiento alegre.

Vida ¿quién eres tú?
Lo eres todo cuando estás presente
y no eres nada cuando te ausentas.

¡Vida, bien sé yo que eres amor de Dios
en todos los acontecimientos!

del Padre
Salvador Rivera O.C.D.
tomado del libro:
“El Sonido de un
Silencio Ligero”

Andar por Andar Andando

Prefiero más que llegar,
pensar que ya voy llegando.
Andar por andar, andando;
caminar por caminar.
Ir conociendo de a poco
al más cuerdo y al más loco.
y al que le da por volar.
Volar con el pensamiento,
que al oír cantar al viento
del viento aprende a cantar.

Prefiero más que llegar,
pensar que ya voy llegando.
Andar por andar, andando;
caminar por caminar.
Ir en busca de la rosa,
más codiciada y hermosa
que me pueda imaginar.
Si no la encuentro enseguida,
me queda toda la vida
para poderla buscar.

Prefiero más que llegar,
pensar que ya voy llegando.
Andar por andar, andando;
caminar por caminar.
Ir evitando espejismos;
y mirar lo que yo mismo
sea capaz de mirar.
Con el ánimo despierto,
no se confunde el desierto
con las arenas del mar.

Prefiero más que llegar,
pensar que ya voy llegando.
Andar por andar, andando;
caminar por caminar.
Sin ancla, timón, ni remo,
da un extremo al otro extremo
del mundo poder vagar.
No como el viejo molino,
que recorre su camino
siempre en el mismo lugar.

A C

Como el Ave Solitaria

Como el ave solitaria,
yo nací para cantar…
Es para mí la aventura,
como una fruta madura
que me gusta saborear.
Hace tiempo solté amarras
con el mundo familiar.
Me fui volviendo cigarra
por culpa de una guitarra
y amor a la libertad.

Me gusta ir volando bajo
para cantarle a destajo,
al viento, al cielo y al mar.
De noche echarme en la huella
para contar las estrellas
y ver el alba llegar.
Como el ave solitaria,
yo nací para cantar.

A veces soy como un paria,
a solas tengo que andar.
¡Ahí, lo que vale un amigo,
cuando te ofrece el abrigo,
cuando comparte su pan.
Casi siempre es solidaria,
el alma con la amistad;
porque es ella quien valora
lo que cuesta cada hora
de constante soledad.


Me gusta ir volando bajo
para cantarle a destajo,
al viento, al cielo y al mar.
De noche echarme en la huella
para contar las estrellas
y ver el alba llegar.
Como el ave solitaria,
yo nací para cantar.

Se muy bien que es necesaria,
la rama donde anidar,
mi canto en un atropello
se enredó en unos cabellos
y no lo quise soltar.
Hasta el ave solitaria,
también se deja atrapar.
En la cárcel de unos ojos
el amor echó cerrojos…
y fuimos dos a cantar.

Me gusta ir volando bajo
para cantarle a destajo,
al viento, al cielo y al mar.
De noche echarme en la huella
para contar las estrellas
y ver el alba llegar.
Como el ave solitaria,
yo nací para cantar.

A C

A María Santísima

Una Vivencia

Caminando por la arena,
buscando de ti una huella,
buscando encontré una Cruz
y una reluciente estrella.

La estrella me da su luz
que casi me deja ciega,
la cruz me brinda sus brazos,
y yo no puedo con ella.

Al mirar hacia el ocaso
descubrí en mar abierto,
a un hombre portentoso
que me miró muy contento.

Él me invitaba a subir,
a pasear en altamar
y aunque me extendió sus brazos
yo no lo pude tocar
y llorando me quedé
y no lo pude alcanzar.

Mas de repente me vi que ya estaba en el mar
y la estrella de los mares, por fin se dejó mirar
su bello rostro hermoso, y yo le empecé a cantar,
y extendiendo sus brazos me entregó aquella Cruz
y me dijo: “Es de mi Hijo…
Esta Cruz es de Jesús”

I S J

Poesías

A Mi Madre
Victoria Jiménez, en vida

Eres la luz que mi sendero alumbra
en las horas tristes que me da la vida.
Eres mi fe y lo que más adoro,
porque el día en que naciera
ofrendabas tu vida, por salvar la mía.

A ti, que has sufrido… como aquella madre
que vió a su Hijo morir en la Cruz.
Ante ti me inclino y perdón imploro
porque yo he sido el duro verdugo
como aquel que diera la Muerte a Jesús.

Madre sacrosanta, que Dios te bendiga.
Hoy y para siempre tendrás un altar,
dentro de mi pecho vivirás presente,
nunca ni por nadie de mi pensamiento
te separarás.

I S J


Reina y Madre

Sobre el trono del mundo la madre se levanta
Humana en su belleza, divina en su esplendor;
al reino de la tierra su vida es toda santa,
al reino de los cielos, es gloria y es amor.

Al sueño de las cunas, es música que encanta,
al sueño de las tumbas su corazón es flor;
sagrada cuando llora, bendita cuando canta,
heroica en su martirio, sublime en el dolor.

Es hada de milagro del beso y del desvelo;
resume en sus virtudes la magia del consuelo
y alumbra en su creadora misión, la Humanidad.

Al gozo de las almas le infunde su pureza,
al reino de la vida le imprime su grandeza,
y al reino de la Muerte, su eterna santidad.

F T T (Cuba)

MADRE

Madre; palabra Excelsa
que significa Amor, Ternura, Abnegación;
palabra dulce que fue nuestro inicio
cuando al Darnos a Luz con un suspiro
nos acogió a su pecho con vehemencia
bañando con sus lágrimas, cubriendo con sus besos
el cuerpo de su niño.

¡Qué momento tan bello fue ese día!
Para Ella el ser Madre fue anhelo,
desde entonces su amor derramaría
sin esperar nada a cambio y sería
portadora de Amor, de Amor eterno.

Por eso ¡Oh Madre!, en este 10 de Mayo
que es dedicado a Ti, es un día Grande;
permite que tu hijo, reverente,
con un beso filial, selle tu Frente.

Gracias Madre Adorada, Encantadora;
gracias por darme Vida; gracias, gracias;
no te ausentes de Mi, Madre Querida;
LA MADRE QUE A JESUS LE DIO LA VIDA,
sea Tu Protección… DIOS TE BENDIGA.

J.E R B.

Algo mío

Soy la Samba

Para cantarle al amor,
a la belleza, a la flor,
a la esperanza y la fe,
para eso he venido yo.
Para secar el sudor
del hombre trabajador;
para expresar su sentir
sus quejas y su dolor.

Canto a los hombres que dan
su vida y su corazón
porque en el mundo haya paz,
justicia, unidad y amor.
Porque yo se que al final
su ideal habrá de triunfar
y de mi ritmo al compás
unidos han de cantar.

Soy la Samba…
que ha nacido del hombre del pueblo
que trabaja, que lucha y se esmera
por un mundo más limpio y mas bueno.
Soy la Samba…
que hoy es grito de amor combatiente
y es un himno su canto valiente
del que lucha por la libertad.

Letra y Música de: Mario Carreño G.

Biografía

Evangelina Elizondo
(1929-)
Compositora y cantante.

Nació en la ciudad de México, el 28 de abril de 1929, siendo sus padres el ingeniero José Ricardo Elizondo, nativo de Monterrey, Nuevo León y la señora Evangelina López Llera de Elizondo, originaria de San Luis Potosí. A los tres años y medio de edad fue por primera vez a la escuela, inscribiéndola en el kindergarten de Helen Herlihy Hall, donde estuvo hasta cursar el tercer año de secundaria. Posteriormente hizo dos años de preparatoria en el Colegio Motolinía, hasta concluir el bachillerato de Filosofía y Letras, y dos años más en el Instituto Familiar y Social de Damas Católicas, encargado de preparar a las chicas en edad casadera.

Salió de ese lugar para casarse con un marino norteamericano, matrimonio que duró muy poco tiempo. En la escuela había sido bastante revoltosa y era siempre la que encabezaba todos los movimientos estudiantiles. Fueron compañeras suyas, aunque de años superiores, las que luego fueron artistas conocidas: Katy Jurado, Bárbara Gil y Rita Macedo. De su matrimonio con el marino norteamericano, efectuado el 15 de mayo de 1948, tuvo una niña, Gloria Evangelina. No había antecedentes artísticos en la familia por la línea paterna, aunque sí literarios, pues eran primos de su padre Nemesio García Naranjo, Alfonso Junco y José F. Elizondo.

Por la rama materna sí hubo algunos músicos en la familia, entre ellos Felipe Llera, autor de la canción mexicana La casita y la soprano Elena Llera. Evangelina, desde el jardín de niños, empezó a bailar y a cantar, y una tía suya, doña Elena, empezó a darle clases de canto. Miss Caron, maestra de danza clásica, la enseñó a bailar, y Elena Duez le enseñó el baile español. En pulsar la guitarra la hizo diestra Filomeno Montaño, que le enseñó además castañuelas y pandereta, y Juan García Esquivel la adiestró poco tiempo después en la forma de conducir una orquesta.

Estudió pintura con los maestros Baxte, Rangel y Bardasano, ganando un premio con su cuadro al carbón El viejo, que luego adornó la sala de su casa. Empezó la escribir también, publicando crónicas toreras. En el teatro, actuó por primera vez en la obra Los de abajo, de Mariano Azuela, que fue presentada y dirigida por Víctor Moya en 1950. Con él la recomendaron Antonio y Nadia Moya en 1950. Con él la recomendaron Antonio y Nadia Haro Oliva, quienes la vieron cantar y tocar la guitarra en una fiesta social. Fue Tata Nacho, quien la conocía desde pequeña, el que la inscribió en el concurso abierto por Walt Disney para encontrar una voz que doblara en español la de la Cenicienta, en su película de tal nombre y Evangelina Elizondo ganó tal concurso.

Con ello empezó su carrera artística de cantante, música, compositora y directora de orquesta, siendo de inmediato conocida en medio mundo. Angelillo (Ángel Ladrón de Guevara) la contrató para cantar tres canciones diarias en los programas de la Cadena de Oro, pasando luego a la radioemisora XEW, al lado de Pepe el Regañón. Hizo luego una temporada en el Teatro Arbeu, con Severo Mirón; otra en el Teatro Iris, con Paco Sierra, y finalmente ingresó al cine nacional, tomando parte en la película Las locuras de Tin Tán. Su primera gira artística fue a Cuernavaca, con el chileno Novo Arsu, siguiendo después a Acapulco.

Hizo nuevas películas, actuaciones en teatros y cabarets y salió a giras por Estados Unidos, Cuba, Centro y Sudamérica. Luis Arcaraz le dio la idea de que dirigiera una orquesta y lo hizo con la que había sido de Dámaso Pérez Prado. Como compositora, empezó a llevar las melodías que sentía desde pequeña, y en septiembre de 1952, hizo su canción Mentiras, que luego le fue disputada por Juan García Esquivel. Tiene algunas canciones popularizadas y otras no publicadas aún.

Tomada del Libro “Músicos Mexicanos” de Hugo de Grial

Leyenda

La Llorona de Guanajuato

Una de las más viejas leyendas de estos contornos, que no por antigua, pierde actualidad, sino por el contrario se reproduce con inaudita frecuencia, es la aparición de una mujer de cabellera desordenada y abundante que llora sus penas en medio del silencio de la noche, cuando todo parece estar en la más absoluta quietud. Desde los tiempos de la dominación española, nuestros más insignes poetas y escritores se ocuparon del tema y hasta hubo alguien que lo llevó al teatro.

Manuel Carpio, Juan de Dios Peza, Vicente Riva Palacio y otros más, dieron espacio y escenario en sus letras a la mujer en pena. Y, sobre todo, ¿qué trasnochador que la haya visto y oído no refiere la fantástica aparición con riqueza de detalles que hacen temblar de espanto?

Horrible y aterradora, nos decía hace poco un amigo que, pese a su innegable valor y bien probada hombría, sufrió encrespamiento de nervios al narrar el suceso. Con decir a ustedes que hasta se alejó de la parranda por varios meses, nada más por llevar muy hondo el impacto de aquella visión. En estas retorcidas callejas de Guanajuato, el gemido largo y lastimoso ha tenido eco en los rincones más callados, después de las 11 de la noche, cuando no hay en los callejones más alma que el minero que viene del turno de la noche, cansado de rendir la jornada, o bien el trasnochador, que a esas horas, ya sin encontrar donde seguir la juerga, ve obligado el retorno al hogar.

Lo curioso es que el motivo de tanto dolor difiere de lugar en lugar y de persona a persona. Unos dicen que es la casta novia que en vísperas de casarse perdió al bienamado galán y enloqueció ante el desgarramiento que le produjo el fracaso amoroso. Otros cuentan que es la sombra doliente de una viuda que, a la muerte de su esposo y quedar desamparada, llora por la angustia de ver a sus hijos hambrientos, falleciendo en su presencia, sin poder remediar su situación y con gritos desgarradores llora su miseria.

Otros refieren que es la mujer dulce y buena a quien el marido quitó la vida en un arrebato de infundados celos, que vienen a probar su inocencia. Aquí en Guanajuato hay una versión particular que vaya referir a quien estas líneas leyere: tiempos de bonanza minera, cuando el dinero se gastaba con esplendidez. Se trataba de una hija de noble familia rica y opulenta, con todos los atributos que hacen bella y codiciable a una mujer. Sus padres la procuraban con singular esmero, pero los hombres la cortejaban con incansable galantería. En medio d esta lucha callada vivía esta linda criatura, hasta que un día ¡oh sorpresa! Del balcón de su alcoba colgada encontraron una soga hacia la calle.

La doncella de la bella joven es la primera en dar las voces de alarma. El lecho estaba intacto pero la alcoba vacía. Mil conjeturas se hicieron en torno al suceso.

Pasa el tiempo y de una de las casas que dan a lo que fue el río de Guanajuato, hoy Calle Hidalgo, a las doce de la noche, vistiendo un camisón blanco que llega hasta el suelo, sale una mujer que en brazos lleva un bulto pequeño envuelto en harapos, y caminando por Cantarranas llega a la Plaza del Hinojo; allí, en el quicio de la puerta, lo deposita. Entonces, como espantada de su propia acción, exhala un alarido desgarrador, hondo y largo, que perfora los oídos y se posesiona de quien lo escucha…

Ya el lector se habrá percatado cuál habrá sido la inocente travesura de la “Llorona”

Tomado del Libro: “Leyendas de Guanajuato, Historia y Cultura”

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