Poesia 4

Tu Presencia Dirijamos la vista al infinito, admiremos las obras del Creador, lo que alcanza a captar nuestra mirada nos lo muestra en todo sus esplendor. La grandeza de Dios va más allá, remontándose a alturas insondables; su Poder es tan grande, inaccesible, es el Dios de la noche, el del alba; su Presencia se encuentra en las tormentas, en el rayo, imponente; estruendoso; en los torrentes de opalinas aguas. Cuando vemos las nubes que en el espacio flotan, formando mil relieves de figuras fantásticas, nos dejamos llevar por la Imaginación; Tú también las formaste; son también Tu creación. A Ti Señor te vemos en la lluvia fecunda que alegra nuestros campos; en el crudo invierno cuando titiritamos; en la cálida o tibia primavera esperada; en la brisa, o en las olas de un mar encrespado. ¡Qué grande eres Padre! y me faltan palabras pues no sabría expresarme para decirte todo lo que ansia el corazón; sigue Tú bendiciéndonos con el don de la Vida, y las flores del campo, y las aves del cielo, y los peces del mar; y también las estrellas y el astro Solar. Y al final de la vida, cuando Tú lo dispongas estemos preparados para contigo estar.¡Loado seas Señor, toda la Eternidad! J. Elías Rosas B.

Ni Cenizas Al remover las cenizas que no quería tocar, porque mi alma hecha trizas aún tiembla sin cesar. Por el miedo a encontrar con recuerdos del pasado, por no querer acordarme de lo que tanto había amado. Pues ese amor tan fecundo muy lejos lo sepulté, por el resultado inmundo de ese maldito querer. Y por todo aquel mugrero, que hasta náuseas provocó, no removía aquel bracero pensando que algo quedó. Pero la vida fecunda a mi paso... don de gente siempre humana me circunda y me coloca de frente. Y al remover las cenizas que tanto miedo me daba, descubrí que de aquel fuego, ya ni cenizas quedaba. Ignacia Serrano Jiménez