No lloren por Nosotros... Subí un día a la montaña, me encontré con hombres, que con hachas y sierras eléctricas, derribaron otra vez los árboles. Y una vez más fabricaron camas, sillas, mesas, y hasta ataúdes; se paralizó mí corazón, a mí alrededor había un silencio de camposanto. Los árboles que aún quedaban, lloraron profundamente y, su voz de cascadas que resonaba en los cuatro puntos cardinales, decían: No lloramos por nosotros, sino por ustedes. Apiádense de los niños, de los ancianos, de los enfermos, de los impedidos, que mueren cada día porque les falta el oxigeno; no hay quién se lo de. Ya no hay árboles ni espacios verdes que los consuelen, que los tonifiquen, que los ayuden a vivir. Y ¿los pájaros? dicen que fueron a refugiarse en las ramas de otros árboles, dicen que murieron en el desierto. Y los pocos árboles solitarios, apuntando al cielo, nos invitan a orar para que la humanidad no perezca. Cuando bajé la montaña, en un Vía Crucis viviente, llevaba otra vez Jesús la cruz a cuestas. Era un Viernes Santo Del padre Salvador Rivera O.C.D. tomado de! libro: “El sonido de un Silencio Ligero" | El Campo donde Nací El campo donde nací tiene lodo tiene flores el campo donde naci tiene penas tiene amores. Tiene madres que lloran por sus hijos igual que en las ciudades tiene novias que esperan a sus novios en toditas las tardes. Tiene un templo que espera tu oración si vas arrepentido hay igual quien cante una canción con igual motivo. Hay un campo que espera tu trabajo igual que el del obrero un campesino caminando cabizbajo bajo el ala del sombrero. El campo donde nací tiene penas y alegrías y lo quiero porque ahí vive la madre mía. Un ranchito que guarda mil recuerdos con callejas empedradas muchas madres de las generaciones caminando ya cansadas. Unas tierras que también surcadas implorantes al cielo bajo el sol también el labrador igual con un anhelo. Viviendo de recuerdos y de puras ilusiones pero siempre ser sincero sin pensar en las traiciones. El campo donde nací tiene flores tiene lodo tiene penas, tiene amores, alegrías y tiene todo. Y ya para terminar estos versos que hoy les canto en el campo he de labrar al que he querido tanto. A. Antonio Pérez Peralta |
Editado el contenido de la revista "Por Amor al Arte" del Maestro Mario Carreño Godinez
jueves, 4 de noviembre de 2010
Poesia 5
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