A Aurorita
Hermosa la violeta,
hermosa por callada,
hermosa por fragante,
porque sin pedir nada
derrama en la pradera
la sublime fragancia
oculta entre las hojas
como alma consagrada
a Dios en el silencio
del Sagrario del alma.
Hermosa entre las flores,
aprendiste la magia
del silencio que canta
en los ríos de la gracia
con voz que solo escuchan
los oídos del alma.
Canta, canta, violeta,
tu silencio de gracia;
te escuchan las estrellas,
los cielos, las galaxias
y responden a coro
el mar y las montañas,
las conciencias felices
de los santos y santas,
el mundo del silencio
y el mundo de la gracia.
Eres tú la violeta
del jardín de las almas.
Si te llaman Aurora
es Aurora que canta
el servicio callado
que te llena de gracia.
Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón
Hermosa la violeta,
hermosa por callada,
hermosa por fragante,
porque sin pedir nada
derrama en la pradera
la sublime fragancia
oculta entre las hojas
como alma consagrada
a Dios en el silencio
del Sagrario del alma.
Hermosa entre las flores,
aprendiste la magia
del silencio que canta
en los ríos de la gracia
con voz que solo escuchan
los oídos del alma.
Canta, canta, violeta,
tu silencio de gracia;
te escuchan las estrellas,
los cielos, las galaxias
y responden a coro
el mar y las montañas,
las conciencias felices
de los santos y santas,
el mundo del silencio
y el mundo de la gracia.
Eres tú la violeta
del jardín de las almas.
Si te llaman Aurora
es Aurora que canta
el servicio callado
que te llena de gracia.
Tomada del Libro: “Mi Desierto, Poesías”
del Padre Rafael Alcántar Mondragón
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