Ámense
Ustedes nacieron el uno para el otro y estarán juntos para siempre. Ustedes estarán juntos cuando las alas de la muerte esperanzan sus días. Si, estarán, juntos incluso en la silente memoria de Dios. Pero permitan que haya espacio en su cercanía, y dejen que las brisas de los cielos dancen entre ustedes.
Ámense el uno al otro, mas no hagan del amor una atadura. Dejen que haya un mar en movimiento entre las playas de sus almas. Llénense mutuamente las copas, pero no beban de una sola copa. Compartan su pan, pero no coman del mismo trozo.
Canten, bailen y alégrense, pero cada uno sea independiente; hasta las cuerdas del láud, están solas aunque vibren con la misma música. Den su corazón, pero no en prenda, pues sólo la mano de la vida puede contener los corazones.
Y permanezcan juntos, pero no demasiado; porque los pilares del templo están aparte, y el roble no crece bajo la sombra del ciprés, ni el ciprés bajo la del roble.
Jhalil Gibrán
“El matrimonio es una sucesión de etapas, en las
que siempre tiene que prevalecer el respeto”.
Aunque sabemos que la historia de vida no comienza con el matrimonio, por lo menos sí le podemos asegurar que ésta es una forma de iniciar a vivir. Afortunadamente todos tenemos peculiaridades propias, por lo tanto, cada uno es distinto, y eso es precisamente lo que nos une a nuestra pareja, la cual tiene que valorarnos, y nosotros a él (ella). Decía una famosa canción: “se hace camino al andar”, es decir, que si decidieron unir sus vidas es en principio porque ya se conocen, por lo menos lo suficiente como para saber que pueden caber juntos en el mismo lugar.
No te Enamores del Amor
Enamórate de alguien que: te ame, te espere, te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.
Enamórate de alguien que no te traicione, que sea fiel, que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes.
Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.
Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te de fuerzas después de un fracaso.
Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero, que respete tus fantasías, tus ilusiones.
Enamórate de alguien que te ame. No te enamores del amor. Enamórate de alguien que esté enamorado de ti.
Anónimo
“La felicidad de un hombre casado, depende
de las personas con quienes se ha casado.”
Oscar Wilde
Tomadas del Libro: “Reflexiones y Pensamientos
para lograr un Matrimonio Feliz”
No hay comentarios:
Publicar un comentario